Leo Messi volvió a lo grande: ¡Titular en el Barça-Inter de Milán!

El FC Barcelona tenía este miércoles cita con la Champions, y Leo Messi no se la quería perder. Después de un empate en la primera jornada de la fase de grupos contra el Borussia Dortmund, los catalanes afrontaban otro enfrentamiento determinante contra el Inter de Milán, que visitaba el Camp Nou tras un pleno de victorias en las seis jornadas disputadas en la Serie A.

Finalmente, los esfuerzos del argentino tuvieron premio, ya que apareció en el once inicial contra los italianos. Los problemas físicos le han agobiado a lo largo de la temporada y se vio obligado a frenar de nuevo tras el duelo de LaLiga contra el Villarreal, porque tras reaparecer después de varios meses con molestias en el sóleo, sufrió una elongación en el aductor del muslo izquierdo.

El capitán barcelonista se estuvo machacando desde entonces y este martes obtuvo el alta médica. Ernesto Valverde advirtió en rueda de prensa que no se tomarían riesgos con los 'tocados' -haciendo referencia también a Ousmane Dembélé-, pero sus sensaciones fueron positivas y la reunión con el técnico y los doctores le hizo saltar desde la enfermería a la alineación, sin pasar por el banquillo.

Aunque todavía está lejos de su mejor versión, Messi es el líder del Barça tanto futbolística como moralmente. Su presencia hace mejores a sus compañeros y acerca las victorias, algo muy necesario en un inicio de campaña muy irregular. Si el '10' se encuentra mejor y puede empezar a acumular kilómetros, los culés estarán más cerca de la lucha por los títulos.

La lesión de Junior Firpo provocó cambios obligados

El regreso de Messi no fue la única novedad en el once del Barça, reformado por la lesión de Junior Firpo. El club hizo público horas antes del partido que el hispano-dominicano no estaría disponible, ya que sufrió un percance muscular en los isquiotibiales de su pierna derecha. Este es un contratiempo serio en los planes de Valverde, que espera la vuelta de un Jordi Alba que también está lesionado.

Los azulgrana afrontaron una final con el teórico once de gala, compuesto, eso sí, por dos laterales diestros. Como es habitual cuando no hay carrileros zurdos, la solución fue dejar a Sergi Roberto en la banda derecha y recolocar a Nélson Semedo. Moussa Wagué, por su parte, esperó su turno en el banquillo.