La situación económica del FC Barcelona salpica a todos los sectores del club y son muchas las medidas drásticas que tienen que tomar desde las oficinas del Camp Nou para sacar 'a flote' al Barça en el ejercicio 2021-2022. Para salir de la crisis, o al menos controlarla, es necesario un esfuerzo extra y la colaboración de todos los que hacen vida en la entidad culé, sobre todo de los jugadores del primer equipo, cuyo salarios suponenun 110% de los ingresos previstos, según había confirmado Joan Laporta hace unas semanas.
Si bien es cierto que los blaugrana trabajan en su 'operación salida', hasta ahora no es suficiente. El Barça debe liberar una importante suma de dinero para poder inscribir a sus nuevos fichajes, incluido Leo Messi, y con las ventas o cesiones no alcanzan, de allí que sea clave una rebaja salarial de los futbolistas. El primero ha sido 'La Pulga', quien accedió a recortarse en un 50% su sueldo con tal de seguir en el equipo de su vida, marcando el que puede ser un punto de inflexión para el resto de jugadores.
Si el mejor futbolista del mundo estuvo dispuesto a rebajarse a la mitad su salario, es entendible que el resto de 'pesos pesados' tengan que hacerlo, también. No están obligados, en cualquier caso, pero sí es esencial que estén en condiciones de darle una ayuda extra al equipo cuando más lo necesitan. Y el nuevo contrato de Messi es el haz bajo la manga al momento de negociar, porque es un claro ejemplo de compromiso y ganas de seguir llevando al Barça a lo más alto, incluso cuando eso supone una reducción más que importante de sus ingresos.
La realidad es que Messi está en condiciones de pedir lo que quiera, económicamente hablando, porque es el mejor futbolista del mundo y tiene gran peso e influencia en el equipo, siendo su mayor referencia, pero incluso así ha decidido someterse a una importante medida con tal de seguir en el equipo. Y eso no es cualquier cosa. Ahora, se le pasa el balón a Jordi Alba, Gerard Piqué, Sergio Roberto y Sergio Busquets, los siguientes en reunirse con los directivos para hablar de sus salarios.
Todos están en condiciones diferentes y por eso las negociaciones serían por separado. Comenzando con Sergi Roberto, con contrato hasta 2022 pero está en vías de renovar por dos años más (2024). Es más que evidente que el club le renovará a la baja y Sergi, un culé confeso, accederá a la operación porque no tiene ánimos de abandonar el club en el que ha crecido.
Sergio Busquets, por su parte, está vinculado con la entidad azulgrana hasta 2023, cuando tendrá 35 años. De momento, el catalán es un 'fijo' para el centro del campo azulgrana, pero su ficha es muy elevada (de 22 millones de euros apróximadamente). Será un jugador clave para las negociaciones, por lo que será 'atacado' de inmediato.
Alba y Piqué, con contrato hasta 2024
Los dos defensores tienen contrato hasta la temporada 2023-2024, con un salario anual de 20 millones de euros, según los reportes. En el caso del central, ya ha hablado con Joan Laporta y Mateu Alemany y estaría dispuesto a reducirse su salario, pero no ha existido una reunión formal para tratar el tema.
Jordi Alba, por su parte, sabe la importancia que tiene en el club (de momento es el único lateral izquierdo del equipo) y es consciente de que está en condiciones de mantener su 'posición' con respecto a su salario, pero es una realidad que quiere quedarse en el Camp Nou (rechazó una salida al Camp Nou) y hará todo lo posible para permanecer en el equipo.