Durante variso días, Leo Messi generó una tremenda incertidumbre acerca de su confeso deseo de marcharse del FC Barcelona. Sin embargo, la férrea postura del club catalán y las pocas ganas del delantero argentino por ir a juicio contra el equipo de su vida hicieron que finalmente se quedara para seguir liderando a los azulgranas en el nuevo proyecto deportivo de Ronald Koeman.

El técnico holandés parece totalmente decidido a romper con el habitual 4-3-3 empleado durante lustros en el FC Barcelona para hacer una decidida apuesta por un sistema de juego basado en el 4-2-3-1 que tan buenos resultados le dio en la selección holandesa. Un sistema en el que Leo Messi deberá encontrar su posición ya que existen varias opciones distintas.

La primera es la que se vio en el primer tiempo del partido contra el Gimnàstic de Tarragona: partiendo como extremo derecho pero con plena libertad para moverse por cualquier rincón del campo en el que desee aparecer. Se trata de una posición parecida a la que Leo Messi ya tiene asignada desde hace años, en la que ha demostrado que tiene tremendo potencial pero que, por otra parte, puede desequilibrar ese 4-2-3-1 que necesita extremos bien decididos.

Es por ello que no es nada descartable que el argentino centre su posición para jugar de enganche, como mediapunta por delante del doble pivote y por detrás del delantero centro. Sería la posición que podría darle mayor protagonismo en el juego y tal vez la que se adaptaría mejor a sus características, aunque el 'overbooking' de jugadores en dicha posición hacen más probable ver a Leo Messi en otro rol.

Volver al falso '9', una gran alternativa

Leo Messi es el jugador que tiene más gol no solo en la plantilla del FC Barcelona, sino en el mundo. Por lo que sin Luis Suárez, que no cuenta para Ronald Koeman, el nuevo entrenador azulgrana podría apostar por adelantar la posición del argentino -que en las últimas temporadas se ha ido alejando del área para participar más en la elaboración del juego- para convertirlo en delantero centro.

En ese caso, el '10' recibiría siempre el balón más cerca de la portería, con más opciones de marcar, y supliendo el potencial goleador de su amigo uruguayo. Leo Messi no adelantaría su posición para ser un '9' puro, sino que tendría un rol similar al que tenía con Pep Guardiola, con libertad de movimientos para que otros jugadores con gol como Antoine Griezmann, Ousmane Dembélé o Ansu Fati pudiesen entrar al remate.

De este modo, a sus 33 años, Leo Messi sufriría menos desgaste porque correría menos metros y tendría que recorrer menos distancia para tirar a puerta. El '10' pasaría a ser un '9' y el FC Barcelona podría dejar de tener la necesidad imperiosa de traer a un delantero centro de forma urgente. Tal vez, situar a Leo Messi como hombre más adelantado sea la mejor solución tanto para él como para el equipo.

Messi y Ansu Fati, calentando antes de un partido

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