Su carrera ha estado llena de éxitos con el FC Barcelona, pero a Leo Messi siempre le ha costado más brillar con la selección de Argentina. El apoyo recibido en el Camp Nou ha superado con creces al que le brindan los aficionados de su país, y tras muchos años de silencio y mensajes optimistas, el de Rosario ha estallado tras lo sucedido en el último parón internacional.
Del atacante se ha dicho de todo por parte de la prensa y los seguidores de la 'albiceleste': Que no es un líder, que no está comprometido, que no tiene carácter o que llegó a inventarse una lesión para 'borrarse' de un compromiso amistoso contra el combinado de Marruecos. Todos estos reproches se han ido acumulando, y finalmente han encontrado una respuesta.
La estrella azulgrana se ha despachado a gusto en una entrevista concedida a la 'Radio 94.7 Club Octubre', en la que ha hablado de su lesión, del Mundial de Rusia o de su compromiso con el equipo, y no se ha cortado un pelo a la hora de hacer valoraciones: "Sé que se está hablando mucho pero como se hizo costumbre últimamente. No me sorprende nada. Muchas mentiras y cosas inventadas. Me da bronca porque la gente cree en lo que se dice. La pubalgia es complicada. No se saca de un día para otro. Me encuentro mejor pero no la limpié. Tengo que cuidarme".
"Mi hijo me preguntó '¿por qué te matan en Argentina?'
"Se hizo costumbre decir cosas de mí, inventar... Darme cuando no estoy. La realidad es que vengo con una pubalgia antes del parón de diciembre y me vengo entrenando poco, no jugando todos los partidos", ha especificado sobre las precauciones que está tomando en la Ciudad Condal, antes de referirse a su ilusión y su motivación por conquistar algún título con su país, un logro que hasta la fecha sólo ha podido alcanzar en categorías inferiores.
Y es que según sus revelaciones, ha recibido algunos consejos que le instaban a colgar las botas como internacional: "Nuestra generación de jugadores fue maltratada. No somos de vender humo nosotros. Somos profesionales y la queremos a la selección. Yo quiero ganar algo con la selección. Voy a jugar todas las cosas importantes. Mucha gente me decía que no volviera. Familia, amigos... Mi hijo me preguntó '¿por qué te matan en Argentina?'.
"Yo le digo que son algunos nada más, él se da cuenta que la gente me quiere, yo le digo que me quieren. Yo demuestro mi cariño a la selección de otra manera y el que diga lo contrario me da igual, no le tengo que demostrar nada a nadie. Juego para mí, mi familia, mis compañeros y el que disfruta lo que hago. El que no me quiere me va a tener que seguir aguantando un poquito más", ha señalado, apuntando que por su cabeza no pasan las intenciones de retirarse.
"Somos profesionales sino no hubiese ido más a la Selección. Si a mí nadie me obliga ir. Mira si yo voy a dejar la Selección por un bautismo. Llegué a mi casa y no sabía nada del bautismo. Es una boludez tremenda esa", ha aclarado sobre su presencia en el bautizo de una de las hijas de Cesc Fábregas, antes de insistir en que "siempre que fui a Argentina la gente me mostró un cariño impresionante. Son los menos los que están buscando jaleo".
Messi habla sobre su retirada temporal tras el Mundial
Cansado de la avalancha de rumores y críticas, Messi también ha argumentado el porqué de su retirada tras el Mundial, y ha asegurado que se trataba de una cuestión personal: "Costó volver a hablar porque fue un golpe muy duro, de los peores que me tocó vivir. Pensé en encerrarme, hacer el duelo solo con mi familia y olvidarme del Mundial. Tenía que aislarme de todo y alejarme un poquito de la selección"
"Se dio todo mal desde el principio, fue complicado. Clasificamos con mucha suerte y Francia no nos dio tiempo a nada. Lamentablemente no fue lo que nosotros queríamos y esperábamos. Dios sabe por qué hace las cosas. Tal vez llegará en algún momento la gloria", deseó, antes de referirse a su relación con el seleccionador, un Lionel Scaloni que ha facilitado su regreso a la plantilla.
"Yo me fui del Mundial y nunca más hablé con nadie. Scaloni me llamó varias veces y me contó el proyecto. Yo nunca hablé con nadie para que Scaloni fuera el entrenador", ha comentado, antes de subrayar que sigue practicando los penaltis y que no nota una presión especial por liderar a la selección: "Nunca sentí que la camiseta '10' sea un peso. Cuando me la dio Diego no tuve esa sensación. En el Barça ya recibí el '10' de Ronaldinho".