LaLiga tuvo que parar en marzo por culpa del coronavirus y no regresó hasta el pasado 13 de junio, hace ya cerca de un mes. El FC Barcelona se marchó a este parón como líder en solitario con dos puntos de ventaja con respecto al Real Madrid, pero en esta vuelta no solo ha perdido esa ventaja, sino que está cerca de perder el campeonato. Los azulgrana han empatado hasta tres partidos desde que el fútbol regresó y ahora mismo están a cuatro de los blancos, que necesitan sumar ocho puntos de los 12 que restan por disputar para ser campeones.
Con un panorama así, Quique Setién no ha dudado en tirar cada día de su gran estrella y del mejor futbolista del mundo, Leo Messi. El argentino no ha tenido un respiro desde el choque ante el Mallorca del 13 de junio y hasta ahora ha jugado todos y cada uno de los minutos de la competición. El Barça ha necesitado del '10' todas las jornadas y su entrenador ha tenido miedo de dejarlo fuera o de sustituirle para darle descanso. Los catalanes están muy lejos de ser sólidos y por eso es tan necesaria la figura de Leo.
Por lo tanto, el de Rosario ha disputado los 90 minutos ante los mallorquinistas, contra el Leganés, Sevilla, Athletic, Celta de Vigo, Atlético de Madrid y Villarreal. El 'Submarino Amarillo' ha sido, por cierto, la última víctima del Barcelona, que le superó por un contundente 1-4 este pasado domingo. Los barcelonistas completaron su mejor encuentro desde después del parón y probablemente también en la era Setién en general. Pudieron meter con facilidad 7 u 8 goles a los castellonenses y podría haber sido un buen día para que Messi descansara.
No obstante, antes de comenzar el choque, el Villarreal se suponía que debía ser un reto mayúsculo para el Barça, ya que es uno de los clubes más en forma en España. Por este motivo, alinear al capitán era necesario un día más y nadie dudó de ello. Pero la realidad fue bien distinta y desde el primer momento los culés fueron mucho mejores. A pesar de que los de Calleja empataron con el tanto de Gerard Moreno, el Barcelona volvió a adelantarse rápido en el marcador y dejó casi sentenciado el partido antes del descanso con el golazo de Antoine Griezmann.
La segunda parte sí podría y seguramente debería haber sido el momento perfecto para que Messi respirara y se tomara un descanso más que merecido en la grada. Pero Setién no lo entendió así y prefirió sustituir a Griezmann y Luis Suárez, y dejar en el campo al '10', que llegó a marcar, aunque poco después se lo anulara el VAR. Al final, Leo se fue sin celebrar ningún tanto suyo y con otros 90 y tantos minutos en sus piernas. Por el bien del Barça, todos esperan que el 'capi' no note esta carga de minutos en las últimas cuatro jornadas de Liga.
Griezmann podría coger el relevo de Messi
Quizás el choque frente al Villarreal pueda ser el punto de inflexión que necesita el Barça para dejar de depender tanto de Messi. El atacante ha tenido que sacar las castañas del fuego en casi cada jornada estas últimas semanas ya sea con goles o asistencias. Antoine Griezmann, hasta este domingo defenestrado por Setién, podría coger su relevo jugando de segundo delantero, tal y como hizo en el Estadio de la Cerámica. No obstante, conociendo al técnico cántabro, es probable que exprima aún más a Messi, y que el propio argentino quiera seguir jugándolo todo en este 'sprint' final de Liga.