Leo Messi empezó la campaña mentalizado en la lucha por los títulos, pero las lesiones se cruzaron en su camino. Los problemas musculares han sido un obstáculo difícil de superar para el de Rosario, que ya se siente mucho mejor y lo demostró en su último encuentro con el FC Barcelona. A pesar de que lleva un tiempo en el dique seco, el '10' está listo para afrontar uno de los mayores retos anotadores de su carrera.
Cuando prácticamente se han cumplido dos meses desde que se inició el curso, el argentino ha disputado apenas cuatro partidos, en los que suma 210 minutos, dos asistencias y ningún gol. Esta es una situación atípica para el capitán barcelonista, que ya se ha dejado notar en LaLiga y la Champions pero no ha podido celebrar, algo que hace un año ya había logrado seis y cinco veces respectivamente.
El azulgrana es, hoy por hoy, vigente Bota de Oro y Pichichi de Liga y Champions, pero en la nueva carrera va bastante rezagado. Sus competidores han aprovechado el periodo de ausencia y de sequía para sacar ventaja, y aunque el crack no teme a este tipo de desafíos, esta vez tiene otras prioridades, como ponerse a punto y alcanzar su mejor nivel de forma sin tener que lamentar más contratiempos.
Sus rivales son algunos de los mejores artilleros del planeta, y destacan nombres como Robert Lewandowski, Sergio Agüero, Karim Benzema o Gerard Moreno y Loren Morón. El primero lleva ya 11 dianas en siete jornadas de la Bundesliga, el segundo suma ocho en siete de Premier League y los otros tres han disputado ocho compromisos y amarrado seis tantos en la Primera División española.
En Europa, los goleadores también han metido la directa, y algunos de ellos son de largo recorrido. Parece complicado que la revelación Erling Haland, del Salzburgo, pueda pisar con tanta fuera en las eliminatorias, pero sí lo hará un Bayern de Múnich que cuenta con Serge Gnabry, empatado ahora mismo con el noruego en lo alto de la tabla de realizadores, con cuatro goles por cabeza.
A Messi no le obsesionan los goles
Con un sinfín de récords y trofeos individuales a sus espaldas, las claves para Leo Messi serán la calma y la confianza, ya que no le obsesionan los registros personales y sí está comprometido al 100% para liderar al Barça hacia los títulos. En los últimos años, esa motivación ha bastado para situarle como uno de los mejores futbolistas de la historia, y si las lesiones le respetan, podría servirle para plantar cara a sus adversarios. Ahora que está cogiendo ritmo, la carrera ha vuelto a empezar.