Enésima clase magistral de Leo Messi en esta Copa América Centenario 2016. En este caso, fue la anfitriona Estados Unidos la que tuvo que sufrir la calidad del mejor jugador del mundo que ha llegado a Norteamérica con el único objetivo de callar bocas y llevar a su Argentina a conseguir un título que hace ya 23 años no consigue.
Y para ello volvió a dar otra exhibición sobre el verde. Messi demostró que es el indicado, a pesar de lo que digan por ahí, para liderar esta selección que parece intratable. El diez rosarino se sacó de la chistera una asistencia mágica para su amigo "Pocho" Lavezzi en los primeros minutos del encuentro para que el atacante ex del PSG abriese el marcador con un testarazo inapelable.
Leo hizo sangría poco después tras ejecutar una falta increíble. El delantero coló por la escuadra su enésimo golpe franco, demostrando que actualmente es el futbolista que mejor chuta las faltas en el mundo. Ese gol dio tranquilidad al juego de los del "Tata" Martino, que posteriormente volvieron a demostrar la superioridad futbolística de Sudamérica.
Y es que si bien Estados Unidos era la única superviviente no sudamericana, al igual que México en cuartos pero en menor medida, volvió a evidenciar que todavía le faltan unos cuantos peldaños para alcanzar a las Argentina, Colombia o Chile. Demasiado tango para una selección muy fría que posteriormente acabaría totalmente abatida con dos tantos de Gonzalo Higuaín.
El delantero del Nápoles demostró que él es el delantero del equipo y le devolvió la confianza a Martino con ese doblete en el que nuevamente apareció Messi para darle el último tanto del encuentro. Antes, había sido Lavezzi el que le asistiese en una jugada de "killer". Del resto de jugadores sólo maravillas se pueden decir. Mascherano demostró estar a otro nivel para leer, adaptarse y darle a los suyos lo necesario en el medio. Banega volvió a ser magia y el equipo a demostrar que puede jugar a muchas cosas dependiendo el momento. Ahora toca refrendarlo todo en la final.