Después de algunas semanas de dudas, el Barça ha recuperado el tino en el momento justo, arrancado LaLiga al máximo nivel y certificando su mejoría con un gran estreno en Champions. Un papel destacado en el juego azulgrana es para Leo Messi, el engranaje que hace funcionar el equipo y el azote de una Juventus desdibujada en el Camp Nou.
Precisamente en el coliseo catalán se ha vuelto a producir la inevitable comparación entre el '10' y otro futbolista con el que comparte dorsal, nacionalidad e incluso posición. Las similitudes entre el de Rosario y Paulo Dybala son evidentes, pero sobre el césped ha quedado demostrado que todavía es muy pronto para nombrar al de Laguna Larga como su digno sucesor.
Y es que todo el brillo que mostró en el último cruce con el Barça, lo ha perdido hoy el juventino, maniatado por la defensa culé y aislado por un conjunto que esta vez sí ha sabido manejarse desde la posesión. La mayoría de disparos del la 'Joya' han acabado lejos de la portería, despejados por la defensa o enviados directamente fuera por el delantero. Además, un gran golpeo desde la frontal ha acabado en el córner, desactivado gracias a una enorme estirada de Ter Stegen.
Mientras tanto, Messi...
Mientras tanto, en el otro lado de la balanza, todas las penas que acumulaba Dybala las convertía Leo Messi en gloria. Al filo del descanso ha lanzado el azulgrana el primer zarpazo, y tras poner por delante al Barça no ha parado de lucirse hasta el final. Balones al poste, faltas a la escuadra, asistencias de lujo y otro tanto para adornar la noche han formado parte del recital del mejor jugador del mundo, que ha demostrado, una vez más, que no hay comparación que valga.