El FC Barcelona no ha conseguido cuadrar sus cuentas y la gran consecuencia ha sido la inesperada salida de Leo Messi del club, tal y como anunciaron los blaugrana este jueves. A pesar de que ambas partes habían llegado a un acuerdo para asegurar la continuidad de 'La Pulga' hasta el verano de 2026, con una reducción del 50% de su salario, el Barça le ha informado al jugador que será imposible inscribirlo en la plantilla, porque superan el límite salarial y son muchos los obstáculos para llevar a cabo la regla del '1 a 4'.
Eso ha dejado a Leo Messi abatido y sin poder digerir el cambio drástico que sufrió su situación con los culés, razón por la que está tomándose su tiempo para 'dar' la cara después de los últimos eventos. Su entorno, según se ha desvelado en las últimas horas, no está pensando en su próximo destino, porque su salida del Barça ha sido un verdadero jarro de agua fría y esperan que las aguas se calmen antes de tomar alguna decisión.
De momento, no habrían conversaciones con ningún equipo, pero ya han situado a 'La Pulga' entre los planes del Manchester City de Pep Guardiola, aunque desde Inglaterra lo descartan por completo. El conjunto 'citizen' ha anunciado el fichaje de Jack Grealish, por 100 millones de euros desde el Aston Villa, además del posible traspaso de Harry Kane, por otros 100 'kilos'. Razón por la que no contemplan una llegada de Leo Messi, a menos de un giro inesperado.
El PSG, en escena
Aunque 'Le Parisien' ha informado que desde la capital francesa han descartado el fichaje, otras informaciones apuntan que el París Saint-Germain sí está muy atento a la situación de Leo Messi y que volverán a estar al acecho por su fichaje, como ya lo estuvieron el año pasado. Para ello, tendrían que renunciar a alguna de sus estrellas y Kylian Mbappé, que también quiere marcharse, podría terminar recalando en el Real Madrid.
Lo cierto es que de momento no hay novedades y pueden que tarden. Habrá que esperar para conocer la reacción de Leo Messi, quien aún está en shock procesando todo lo que ha pasado en las últimas horas y no se plantea tomar una decisión apresurada, ni bajo tanta presión (y decepción, de cierto modo) después de haber pasado de estar a "horas" de renovar a salir inesperadamente del club de su vida.