El vídeo que demuestra por qué Messi deja dudas como capitán del Barcelona

El FC Barcelona hizo este viernes ante el Bayern de Múnich uno de los mayores ridículos de su historia para despedirse de la Champions League y de una temporada completamente horrible en la que los culés no han logrado levantar ni un solo título. Pero el duelo de cuartos de final que se vivió en el Estádio da Luz de Lisboa superó cualquier pesadilla anterior: los azulgranas encacharon un sonrojante 2-8.

Desde el primer minuto se vio venir la avalancha de juego del Bayern de Múnich, que se adelantó a los tres minutos con un tanto de Thomas Müller. Pese a que el FC Barcelona consiguió empatar con un afortunado gol en propia puerta de David Alaba, el cuadro alemán consiguió noquear a los culés con tres goles más antes del descanso: Ivan Perisic, Serge Gnabry y otra vez Thomas Müller volvieron a poner tierra de por medio.

Los jugadores del FC Barcelona se marcharon al vestuario con un vergonzoso 1-4 después de una actuación lamentable. Los goles no solamente fueron reflejo de la inmensa diferencia de calidad de los dos equipos, sino también de intensidad y concentración. Los azulgranas fueron una tremenda herida defensiva durante todo el primer tiempo, tanto por sus pérdidas de balón absurdas como por la falta de sangre en jugadas concretas.

En ese momento, ya parecía evidente que la remontada del FC Barcelona sería muy complicada, pero todavía quedaban 45 minutos para intentar abandonar la competición peleando, con la cabeza bien alta. Es en esos momentos tan difíciles cuando deben aparecer los capitanes, esos grandes líderes del vestuario para arengar a sus compañeros, echarles alguna bronca si es preciso o animarles después de una actuación tan calamitosa como la de ayer.

Años atrás, jugadores como Luis Enrique o Carles Puyol cumplían a la perfección con ese rol de capitán y líder fuera del campo. A día de hoy, Leo Messi​ es quien lleva el brazalete y quien debería aparecer para reactivar a sus compañeros en momentos complicados, pero no lo hizo. En esta ocasión, volvió a demostrar que pese a ser el mejor jugador del mundo y de la historia, tal vez no sea ese líder natural fuera del campo para echar esas broncas o animar en momentos difíciles.

Prueba de ello son las imágenes que dejó el argentino en el vestuario. Sentado, con la mirada perdida y sin cruzar palabras con ninguno de sus compañeros, que iban pasando por delante suyo. Sus jugadas han levantado al equipo en muchas ocasiones, pero este viernes no lo logró ni por juego ni por carácter. Leo Messi no apareció con su fútbol total. Tampoco echando ninguna bronca que activase al resto. Su imagen fue la de un jugador abatido que, aunque le sobre el fútbol, tal vez no tenga ni sangre ni alma de capitán.

El vídeo de Leo Messi en el descanso

45 minutos por delante. La foto la vimos todos, lo que realmente pasaba en el entretiempo no. Estos eran Messi y Ter Stegen antes de empezar el 2T. pic.twitter.com/C3GKwa2F5L

— Gustavo López (@gustavolopezs) August 15, 2020