Si Ansu Fati fue el gran protagonista del Barça-Levante por conseguir el doblete más precoz en la historia de LaLiga, podría decirse que Leo Messi fue el gran valedor de que ese récord llegara a consumarse. El astro argentino, con sus dos asistencias en un minuto y medio, permitió que Ansu Fati anotara los goles de la victoria y, de paso, recuperase la confianza que había perdido de cara a puerta en los dos últimos meses.
Messi fue igual de importante -o más- en la gestación del nuevo triunfo azulgrana, y su primera asistencia de gol a Ansu no ha tardado en convertirse en viral. A estas alturas ya todos sabemos que el '10' ve los espacios donde nadie más puede hacerlo. Ahora sabemos que puede dar asistencias de gol entre los diez jugadores rivales y, además, desde su propio campo.
La primera que dio este domingo recordó a la que regaló a David Villa hace una década, durante el Clásico del 5-0 frente al Real Madrid de Mourinho en el Camp Nou. El pase a Ansu Fati era más difícil, en cualquier caso, por la gran cantidad de jugadores que había entre el emisor y el receptor.
Con un toque, Messi anuló a toda la defensa del Levante y dejó a Ansu Fati solo en el mano a mano contra Aitor Fernández, quien vio cómo el joven atacante culé le coló el balón entre las piernas. Algo, por cierto, que volvería a hacer apenas un minuto y medio después, de nuevo a pase de 'La Pulga'.
Messi, el director de orquesta del FC Barcelona
La cuestión es que la jugada que más viral se ha hecho es la primera, debido a la gran belleza del pase de Leo Messi y al hecho de que, con esa diana, el Barça rompió el empate a cero y empezó a decantar el partido. Los aficionados de todo el mundo se están maravillando desde hace horas con la nueva delicatessen del mejor jugador del mundo, a quien el paso del tiempo le hace mejorar aún más sus facultades técnicas.
Como ya ha sucedido en más de una ocasión este curso, Messi fue más un director de orquesta que un 'killer' frente al Levante. Y a lo largo de su carrera ya acumula nada menos que 285 asistencias entre el Barça y Argentina. Motivo, sin duda, para el optimismo en Can Barça. Porque cuando el físico empiece a fallar al rosarino, siempre podrá retrasar su posición para repartir envíos al pie, en profundidad o donde sea. Pero decisivos, como siempre.