Mientras en Francia se especula sobre las dificultades del Paris Saint-Germain para renovar a Leo Messi, el padre del argentino aterrizó el miércoles por la noche en la ciudad condal para alimentar las esperanzas de un posible contacto con el FC Barcelona que facilite el regreso del rosarino al conjunto culé. El también agente del 'crack' viajó directamente desde París una vez concluída la reunión que terminó sin acuerdo con la directiva del PSG.
En ese sentido, el diario 'L'Equipe' y el periodista Fabrizio Romano confirmaron que, si bien la 'cumbre' se realizó en un ambiente conciliador, aún está lejos de definirse la duración del nuevo contrato y el salario que percibiría Leo a partir del mes de agosto. Messi será agente libre el próximo 1 de julio y la directiva parisina quiere resolver su renovación cuanto antes, preferiblemente antes de fin de mes.
Sin embargo, las cosas no pintan tan sencillas para el PSG al momento de ajustar la ficha de Lionel. El jugador de 35 años factura 30 millones de euros limpios por temporada y su nuevo contrato representaría un incremento de al menos 10 'kilos' en salario bruto, algo que puede comprometer al club con el 'fair play' financiero de la UEFA. Nasser Al-Khelaïfi querría ofrecer al '30' un contrato por dos años, pero para ello habría que hacer algunos ajustes en una plantilla que ha evidenciado enormes carencias en las últimas semanas.
El silencio de Jorge Messi a su llegada a Barcelona
Una vez finalizada la primera reunión para discutir el futuro de su hijo, Jorge Messi regresó a Barcelona, donde no emitió declaraciones tras aterrizar en El Prat. El entorno de Leo no ha sostenido contactos con la directiva blaugrana desde la salida del rosarino en verano de 2021, más allá de ser su regreso al Barça un tema recurrente en entrevistas al jugador y al presidente blaugrana, Joan Laporta.
Una semana después de las polémicas declaraciones de su hermano Matías, quien después pidió perdón por cargar contra el club, Leo vuelve a colocarse en la órbita culé. Lógicamente, su regreso depende de muchos factores, entre ellos finiquitar su salida del Paris y aceptar un contrato 'low cost' que encajara en las finanzas del Barça. Este es el aspecto más complejo, pues el club debe liberar al menos 200 millones de euros en verano para resolver sus líos con el margen salarial.