Quizás pensando más en el debut en LaLiga, en que la eliminatoria estaba muy de cara o tratando de enviar un mensaje a ese cuarto delantero que no se acaba de concretar, Luis Enrique sorprendió a todo el mundo revolucionando la alineación del Barça y dando entrada a los cuatro fichajes azulgranas de esta temporada 2016-2017, para el partido de vuelta de la Supercopa que les enfrentaba al Sevilla FC. Así pues, Lucas Digne cubría el lateral izquierdo, Samuel Umtiti hacía lo propio con el centro de la zaga y Denis Suárez y André Gomes el medio del campo.
Cuatro incursiones en el once inicial de un equipo que con tan pocos entrenamientos juntos quizás no tenían del todo cogidas las sinergias y mecanismo de un equipo que se conoce ya de hace dos temporadas. Por ejemplo, André Gomes llevaba menos de dos semanas entrenando con sus compañeros y a excepción de los minutos que le dio "Lucho" frente a la Sampdoria en la presentación ante la afición no había jugado nada con sus nuevos compañeros.
Y quizás como eso, como una presentación en sociedad y ante todo el mundo el entrenador asturiano sacó pecho de sus nuevos hombres. Con ello también pudo enviar un mensaje al cuarto delantero que tanto se espera con la suplencia de Luis Suárez y la entrada de Munir el Haddadi. Ese hacer ver que el que venga contará con minutos y no estará siempre en el banquillo pudo ser otra de las motivaciones de un once que, realmente, nadie ha podido acertar.
"Las rotaciones serán importantes y para eso necesitamos una plantilla amplia y con nivel", dijo el entrenador justo antes de comenzar el partido a los micrófonos de TV3 reforzando, por tanto, esta teoría. Y lo hizo también en un escenario que era propicio por el cero a dos favorable de la ida en el Pizjuán ante los sevillistas y también por las bajas de estos. Sampaoli no pudo alinear una defensa con cuatro hombres del primer equipo y tuvo que tirar del Filial. Diego González se situó junto a Mercado en el centro de la zaga con Pablo Sarabia en el lateral diestro, cuando es extremo o mediapunta. La otra gran revolución del partido fue esa.