Luis Suárez, uno de los jugadores más simbólicos del Barça en los últimos años, ha concedido una entrevista para 'Star+' como preparación para los próximos programas dedicados al Mundial de Catar. En ella, el atacante habló de su salida inesperada del conjunto azulgrana y de la situación que vivió Lionel Messi en las últimas temporadas dentro del club.
Comenzó recordando los buenos momentos que vivió junto a Messi y Neymar Júnior. "Cuando llegué al Barcelona le dije a Leo que venía a ganar, no a ocupar el lugar de nadie. Él se dio cuenta que lo que yo le decía era con sinceridad, y fue creciendo la relación. Lo que te deja contento de esa etapa fue la felicidad que teníamos los tres por algún gol que hiciéramos y la humildad que había a la hora de compartir las cosas", apuntó el ahora delantero de Nacional.
También agregó que esa buena relación le permitió estar entre los máximos goleadores de Europa. "Ellos me hicieron ganar una Bota de Oro. Leo me dejaba patear penales para que yo ganara el premio, o por ejemplo ambos llegaban al arco a definir y relojeaban dónde venía yo. Eso lo valoro muchísimo. No había ego de ninguno, los tres estábamos contentos y felices, y el resto del equipo corría por nosotros porque se daba cuenta de eso", afirmó el 'charrúa'.
Sin embargo, también hizo énfasis en lo mal que lo pasaron cuando tuvieron que decirle adiós al club. "Lo pasamos mal, Leo sufrió muchísimo, nunca había visto a Messi llorar como lo vi llorar en el Barcelona, le dolió. Siempre me quedó esa incertidumbre de por qué fue todo, pero luego por suerte fui feliz en el Atlético de Madrid", sentenció 'Lucho'.
Últimos días en Barcelona
Por último, finalizó destacando la dinámica de sus últimos entrenamientos con el Barça. "Yo iba, me presentaba a entrenar y me mandaban a entrenar aparte, sufría mucho y llegaba a casa y lloraba por cómo me había tratado. Me dolía, también era un mensaje de que querían dejar a Leo solo, separarlo. Nosotros no teníamos nada que ver, era un quilombo del club", concluyó.