El FC Barcelona volvió a mostrar contra el Villarreal, pese a la victoria en el Camp Nou, una versión muy descafeinada de lo que se espera del equipo. A los pupilos de Ernesto Valverde les volvió a falter ritmo, también intensidad e ideas en ataque. Solamente se resolvió el encuentro en dos jugadas alejadas del juego colectivo que se quiere ver.
La pelota volvió a circular con una falta de velocidad alarmante y nuevamente volvió a planear sobre los azulgranas el fantasma de un nuevo pinchazo, ya que el Villarreal se puso las pilas en el segundo tiempo. Los culés no encontraban electricidad en su juego y es por ello que el Txingurri recorrió a la carta de siempre: la de Ansu Fati.
El equipo culé, sin Leo Messi sobre el campo y con Ousmane Dembélé como único futbolista que había inventado algo, necesitaba de nuevo que el partido se agitase con la frescura del joven extremo de Guinea Bissau -recientemente nacionalizado español- que no está de más recordar que se ha convertido en un jugador clave con apenas 16 años.
Ansu Fati sustituyó a Luis Suárez -que volvió a hacer un partido muy discreto- en el minuto 78 recibiendo una gran ovación del Camp Nou. Y naturalmente, el joven delantero quiso corresponder a su afición volviendo a hacer de las suyas por la banda izquierda. Diabluras que pusieron en pie al Camp Nou y en apuros al Villarreal.
El descaro del joven Ansu no tiene límites y, en 12 minutos, tuvo tiempo de dejar tres o cuatro jugadas individuales solamente al alcance de los mejores del planeta. En una de ellas incluso rozó el gol, después de un gran amago dentro del área y un disparo cruzado con la pierna zurda que, recordemos, es la mala. O, tal vez, la menos buena.
Ansu Fati va en serio
Sobre el papel, Antoine Griezmann, Lionel Messi y Luis Suárez forman el tridente titular, pero la lógica invita a pensar que la premisa puede variar mucho. Ansu Fati parece preparado para asaltar la titularidad en cualquier momento, eso sin olvidarnos de un Dembélé que también sabe aportar mucha velocidad. La nueva pareja de extremos del Barça amenaza a la 'MSG'.