El Coutinho que vemos en los partidos de la actual edición de LaLiga no es el mismo jugador que el Barça cedió al Bayern de Múnich, el año pasado; más bien es el futbolista que se lo ha comido. El de Rio de Janeiro ha vuelto con ganas de ser protagonista y no solo se ha ganado la confianza del técnico, sino también la admiración de sus compañeros de vestuario.
La verdad es que el media punta del Barça ha regresado de Alemania con un aspecto realmente admirable. Su ambición por seguir trabajando en el gimnasio para mejorar su forma física a llevado a uno de los capitanes de la plantilla, según comenta la 'Cadena SER', a comentarle que "no dejara mal a la plantilla", tras ver su implicación en los entrenamientos y levantando hierro.
Y es que 'Cou', de la misma forma que ese hijo que se independiza y vuelve a casa, tiempo después, hecho un hombre, ya no es el mismo de antes. Ya nadie recuerda aquel jugador tímido que desaparecía a los pocos minutos de partido; lejos de eso, el delantero brasileño se ha convertido en uno de los protagonistas de la ofensiva del Barça, con un rendimiento constante.
Philippe Coutinho, más fuerte que nunca
A pesar de que fue uno de los jugadores que participó, con dos tantos, en la goleada del Bayern Múnich al equipo catalán en los pasados octavos de final de la Champions League, puede que la cesión de 'Phil' en el club bávaro haya sido necesaria para poder gozar de su rendimiento actual. El nivel físico de la Bundesliga lo ha obligado a mejorar su resistencia.
No es una sorpresa para nadie que el equipo muniqués tiene a dos de los mejores preparadores físicos del panorama fútbol actual. Jugador que viste la camiseta roja, jugador que gana, mínimo, cinco quilos en masa muscular. El delantero del FC Barcelona no quiere perder todo lo que ha ganado en Alemania y sigue cultivando su cuerpo en el gimnasio.