El caso de Riqui Puig genera preocupación en el FC Barcelona, y no precisamente porque su progresión no apunte al primer equipo. A sus 20 años, el futbolista de Matadepera sigue brillando en el filial a las órdenes de Francisco Javier García Pimienta, pero mientras se debate sobre si debe marcharse cedido o recibir un ascenso que le permita probarse al más alto nivel, la prioridad es garantizar su integridad física.
El centrocampista, por desgracia, está siendo noticia en las últimas semanas por las durísimas entradas que recibe. Ya son dos encuentros consecutivos los que acaban con susto para los culés, porque si el crack fue cazado contra el Orihuela, en la visita a Llagostera los aficionados se llevaron las manos a la cabeza cuando le vieron abandonar el terreno de juego en camilla y con evidentes gestos de dolor.
La alarma se encargó de amortiguarla el club afirmando en un comunicado que no padece una lesión grave, y que a pesar de que se tiene que someter a más pruebas médicas, las consecuencias del derribo de Anselm Pasquina se podrían quedar en una contusión en el peroné derecho. Poco después, el catalán decidió atender a sus seguidores con un cariñoso mensaje en las redes sociales.
El canterano agradeció este domingo las muestras de cariño que ha recibido recientemente, y tranquilizó al barcelonismo asegurando que ya tiene ganas de volver a los entrenamientos. Nada mejor que escuchar de la boca del propio implicado que sus sensaciones son buenas, y que está con fuerza para seguir trabajando como siempre. Su camino hacia el Camp Nou no está siendo fácil, pero el esfuerzo merece la pena para cumplir un sueño.
El Barça debe tomar una decisión sobre el futuro de Riqui Puig
Aunque Riqui Puig guarda silencio y sólo se centra en jugar, la dureza de la Segunda División B supone un peligro, ya que la categoría está marcada por un fútbol físico e intenso que en ocasiones pasa factura a los jugadores más talentosos. El Real Madrid ya retiró a Vinicius Jr tras unos meses de adaptación para disminuir el riesgo de lesión, aunque eso supusiera tener que reducir sus minutos y dejarle únicamente con los 'mayores'.
En estas circunstancias se encuentra ahora el Barça, que debe elegir si mantiene al joven en el filial, le cede o le asciende al primer equipo. La última opción es la más complicada porque hay temor a que se corte su progresión en una medular repleta de efectivos, y él mismo eligio quedarse en el Estadi Johan Cruyff para estar disponible para Ernesto Valverde. Si no acepta la oferta de algún conjunto de Primera, tendrá que seguir esquivando patadas para poder triunfar como azulgrana.