Momento fundamental para el futuro de Ansu Fati

Ansu Fati fue unas bombas en el FC Barcelona durante el principio de la temporada. En verano, era uno de los cracks del Juvenil A entonces entrenado por Víctor Valdés y apenas era conocido en el panorama internacional. No obstante, debido a las lesiones de Leo Messi, Luis Suárez y Ousmane Dembélé, recibió la llamada de Ernesto Valverde.

El de Guinea Bissau, con apenas 16 años (ahora tiene 17 recién cumplidos), respondió a la oportunidad de tal manera que puso su nombre en el mapa y se puso al equipo a la espalda en numerosas ocasiones para desatascar partidos con goles, asistencias y jugadas individuales que no son propias de un futbolista de su edad, ni siquiera de grandes jugadores más veteranos.

Tras su auge, Valverde le mantuvo a la sombra durante mes y medio y, cuando le volvió a llegar la oportunidad, Ansu Fati pareció haber perdido chispa. Ese desparpajo para encarar, esa fiabilidad para tomar siempre la mejor decisión y esa precisión en cada movimiento se han ido diluyendo en sus últimas actuaciones. Ahora, más que nunca, llega el momento para ayudarle a recuperar la alegría en su juego.

La manera con la que el cuerpo técnico gestione la situación de Ansu Fati durante los próximos meses​ puede ser crucial para el futuro del futbolista. Valverde y sus ayudantes deben hacer un gran esfuerzo para reflotar su juego y su confianza, para que vuelva a ser ese futbolista que deslumbró hace apenas unas semanas. Tiene calidad, velocidad, regate, gol y capacidad de asistir, por lo que el aspecto mental será el más importante a partir de ahora.

Ansu Fati, presente y futuro

Ansu Fati puede convertirse en un futbolista muy importante para el FC Barcelona ya no solamente en el futuro, sino en esta misma campaña. Sobre el papel, el 'tridente' ofensivo titular lo forman Leo Messi, Antoine Griezmann (o Ousmane Dembélé) y Luis Suárez, pero el joven atacante de Guinea Bissau es un extremo que aporta virtudes distintas con un descaro poco habitual en un joven de 16 años.

Es cierto que hay que ir con cuidado con el trato de un jugador tan joven, pero lo cierto es que el primer equipo necesita de su frescura para salir adelante. Con Ansu Fati puede estarse cocinando un jugador clave para el Barça en las dos próximas décadas y las próximas decisiones que se tomen con él pueden ser determinantes para su futuro y el del club.