El calendario del FC Barcelona regresaba tras unas semanas de parón internacional, y lo hacía con una exigente visita a Ipurua. Los catalanes se han recuperado de un inicio de temporada dubitativo y pelean por el liderato de LaLiga, y saben de sobra que no pueden despistarse en la siempre agitada lucha por los títulos. De cara al enfrentamiento contra el Eibar, hubo algunas sorpresas en la alineación de Ernesto Valverde.
El preparador extremeño se la jugó con algunas rotaciones en el coliseo 'armero', donde la intención estaba más que clara. Tras los despistes en los primeros compromisos del curso, no se puede fallar más, y menos en los encuentros a domicilio, donde según el ex del Athletic Club es donde se acaba definiendo el campeonato de la regularidad. Sumar de tres en tres podría tener recompensa en unos meses.
Los principales motivos de los cambios fueron la precaución y el descanso, dos factores determinantes tras el desgaste que suponen los duelos de selecciones. Por suerte para los azulgrana, había piezas claves que pudieron tomárselo con calma en octubre, que regaló un merecido tiempo libre a estrellas como Leo Messi, Luis Suárez o Sergi Roberto, que le ganó la partida en el lateral derecho a un Nélson Semedo que jugó con Portugal.
Los viajes, el cansancio y los problemas físicos se tuvieron muy en cuenta a la hora de elaborar el once, atendiendo a algunas de las elecciones del míster. Excepto indiscutibles como Arthur y Frenkie de Jong, Sergio Busquets se impuso a un Arturo Vidal que acumuló más minutos con Chile y Jordi Alba a un Junior Firpo con menos kilómetros en sus piernas tras recibir el alta este mismo viernes.
Umtiti volvió a ser titular con el Barça
Con permiso del resto, la principal novedad en la apuesta del Txingurri fue Samuel Umtiti, que fue titular en su primer partido de la campaña. El de Yaundé no había pasado del banquillo hasta que se lesionó en el parón de septiembre, y regresó a los planes del entrenador a lo grande, cubriendo con buenas sensaciones la ausencia de otro futbolista indispensable como es Gerard Piqué, sancionado por acumulación de amonestaciones.
El ex del Olympique de Lyon se impuso a Jean-Clair Todibo y justificó la confianza de Valverde, que prefirió a un crack con más experiencia para protegerse de la encerrona del Eibar. Los guipuzcoanos trataron de hacer daño al Barça con una lluvia de centros al área, y el campeón del mundo colaboró en una defensa sólida de los culés que al joven le hubiera costado más, ya que todavía está adaptándose al exigente engranaje táctico barcelonista.