El centro del campo es una de las zonas más importantes del fútbol y muchos equipos han demostrado que siendo superior en el medio normalmente terminas siéndolo en el encuentro. En el caso del FC Barcelona esto cobra aún más importancia, ya que el mejor Barça ha llegado con un mediocampo dominante. Por este motivo, los catalanes pretenden reforzar esa posición ante la ya confirmada salida de Ivan Rakitic y la de un Arturo Vidal que también se confirmará en breve.

Los culés, que están en graves problemas económicos por culpa de la crisis del coronavirus, han peinado el mercado tras la llegada de Ronald Koeman en busca de un futbolista que encaje con las necesidades del equipo y con el corto presupuesto del club. Por esta razón se ha elegido a Georginio Wijnaldum, al que conoce el técnico de su etapa en Holanda, y que no costaría más de 15 o 20 millones de euros, un precio accesible a día de hoy.

Pero el holandés no es una llegada que ilusione especialmente a la parroquia blaugrana, que esperaba un nombre más importante después del 2-8 y de la nefasta última campaña. Un nombre como por ejemplo el de Thiago Alcántara, que está en el mercado, conoce la casa, está jugando de cine y acaba de levantar el triplete con el Bayern de Múnich. El ex canterano sí ilusionaría y por eso hay aficionados que no entienden por qué no se apuesta por él.

Thiago es uno de los mejores centrocampistas del mundo y ha completado un temporadón con el Bayern. A sus 29 años, el ex barcelonista ha entrado sin lugar a dudas en el mejor momento de su carrera. Por otro lado, Wijnaldum, con la misma edad, ha completado también un muy buen año en el Liverpool siendo una de las piezas clave del mediocampo de Jürgen Klopp. Sabiendo esto, cabe añadir que los dos terminan contrato en 2021, no han renovado y por eso son dos de las gangas que ofrece este mercado de fichajes veraniego.

No obstante, la realidad es que el mayor de los Alcántara está a otro nivel. El hispano-brasileño es uno de los medios con más calidad individual del planeta, tiene visión de juego, pase en corto, en largo y una gama de recursos tremenda con el balón. El neerlandés, por su parte, es un jugador de brega, de ida y vuelta, con mucho físico, inteligente en lo táctico y con llegada. Son perfiles completamente opuestos, pero aún así es evidente que el del Bayern está por delante. Entonces, ¿por qué el Barcelona no apuesta por él?

Las razones del Barça para no apostar por Thiago

La respuesta a esta pregunta podría resumirse fácilmente en dos puntos importantes. El primero, estrictamente económico, no es otro que el hecho de que Thiago cueste casi el doble de lo que podría valer Wijnaldum. Los bávaros reclaman 30 millones para dejarle marchar precisamente al Liverpool, que es quien más interés ha mostrado en él. Por otro lado, los 'reds' no pedirán más de 15 o 20 'kilos' por el internacional 'oranje', una diferencia que ahora mismo es tremenda por lo maltrechas que están las cuentas de los culés.

La otra razón por la que el Barcelona prefiere al de Rotterdam es puramente futbolística. Los catalanes creen necesitar un jugador como él, alguien físico, trabajador, con carácter, con un perfil algo más bajo y que pueda ser el pegamento de un equipo que el curso pasado se partió demasiado. Thiago es lo opuesto, ya que destaca por su genial trato de balón, las soluciones que da en la salida desde atrás, en cómo gestiona las posesiones... En el club creen que con Sergio Busquets, Miralem Pjanic y Frenkie de Jong ya tienen gente que pueda cubrir esas funciones, mientras que no hay nadie que pueda hacer lo que hace Georginio. Además, está el hecho de que Koeman lo conozca de Holanda y haya pedido su incorporación.

También cabe añadir que fichar al internacional español supondría un varapalo para algunos canteranos y jóvenes promesas que llegan pisando fuerte. El hispano-brasileño tiene aún 29 años y llegaría al Barça para ser uno de los líderes del mediocampo hasta los 32 o 33. De esta forma, los Riqui Puig, Pedri o Carles Aleñá tendrían menos oportunidades para asentarse en el equipo. Pero el club confía en la proyección de sus perlas y quizás por eso no tiene pensado hacerse con un 'crack' como el hermano de Rafinha.