El FC Barcelona sigue muy pendiente del mercado de fichajes, en el que podría concretar algunos cambios más en su delantera. Tras la llegada de Antoine Griezmann a la Ciudad Condal, todavía se mira de reojo a la posible oportunidad por Neymar, y tampoco está descartada otra operación complicadísima como es la salida de Philippe Coutinho. Hasta el mes de septiembre habrá actividad en los despachos.
El francés y los dos brasileños han copado la actualidad azulgrana a lo largo del verano, porque son tres grandes estrellas en problemas y cuya mirada se dirige al Camp Nou. El de Macon, porque su adiós al Atlético de Madrid fue largo y algo polémico, el de Sao Paulo porque se arrepiente de haberse fugado al PSG, y el de Río porque empezó a gran nivel pero ha vivido un peligroso bajón de rendimiento.
Entre los tres ha emergido la figura de Ousmane Dembélé, casi siempre discutida pero con un punto de frescura. El de Vernon tiene mucho que demostrar para consolidarse en la élite del fútbol, pero un año más, ha regresado de las vacaciones antes de tiempo y está dando la talla en la pretemporada, donde su juego anárquico e insistente está poniendo una chispa que por momentos falta en el ataque barcelonista.
Si el ex del Borussia Dortmund logra sostener su buen momento de forma, será un arma ideal para los culés, que cada vez le piden un poco más. Ahora, que brille si es titular, pero con tantos quilates en el tridente ofensivo, que también rompa partidos con su velocidad y descaro si le toca descansar y salir desde el banquillo. Eso, claro está, teniendo en cuenta que debe atender su preparación física para esquivar las desagradables lesiones que han frenado su progresión.
El joven ha sido uno de los grandes amenazados por los movimientos estivales, pero podría ser el gran benficiado cuando arranque el curso oficial. A Griezmann le toca trabajar para completar su adaptación, la llegada de Neymar no está nada clara y Coutinho, si se queda, tendrá que demostrar que es capaz de ser ese mago que maravillaba a los aficionados del Estadi. En un panorama tan revuelto se puede colar un 'mosquito'.
Leo Messi y Luis Suárez tendrían el puesto casi asegurado
Este año podrían rotar y reservarse algo más, pero Leo Messi y Luis Suárez parecen tener el puesto asegurado en la delantera. El argentino porque es el líder del proyecto y uno de los mejores jugadores del mundo, el más completo de todos y capaz de aportar magia, gol, juego y todo lo que haga falta; y el uruguayo porque tiene unas virtudes que nadie en la plantilla puede igualar. Su juego de espaldas y su desgaste son un seguro para los azulgrana, y al poco de llegar y debutar en el Trofeo Joan Gamper demostró que si está fresco y afinado, su puntería es letal. Hoy por hoy, no cabe discusión con su presencia.