MARCÓ EL ÚLTIMO PENALTI
De olvidado a decisivo... Riqui Puig tuvo la calma que a otros les faltó
Publicación:14/01/2021 - 00:32h
Actualización:14/01/2021 - 02:09h
Parecía que Griezmann sería quien sellase el pase del Barça a la final de la Supercopa, pero el francés envió su tiro a las nubes y tuvo que ser Riqui Puig el que asumiera la responsabilidad
De ser uno de los grandes olvidados de Ronald Koeman, foco de polémica y de ostracismo por culpa de su falta de minutos, este miércoles la aportación de Riqui Puig fue clave para que el FC Barcelona lograse la clasificación para la final de la Supercopa de España. El joven canterano anotó el penalti decisivo de la tanda final, ajustando a la perfección el tiro y engañando a Remiro. Después, explosión de alegría y abrazos con los compañeros.
"Me faltaba un quinto lanzador y Riqui se ofreció", comentó Ronald Koeman en rueda de prensa posterior al partido. Al joven centrocampista azulgrana no le pudieron los nervios y, como si de un veterano se tratase, precisó el lanzamiento al costado contrario por el que se tiró el portero. Riqui Puig estaba muy seguro de sí mismo, y asumió la responsabilidad tras la oportunidad fallida de Griezmann, que envió su disparo a las nubes.
Ya participó en el último partido de LaLiga Santander 2020-21 contra el Granada, y este miércoles volvió a tener minutos frente a la Real Sociedad en la prórroga. Riqui Puig, por primera vez esta temporada, ha jugado dos partidos consecutivos y puede que su aportación vaya a más en las próximas citas, siempre y cuando logre ganarse del todo la confianza de Ronald Koeman.
Frente a los 'txuri urdin', mostró buenos detalles técnicos en la salida de balón y a la hora de conectar con el resto de sus compañeros, llegando a los aledaños del área rival con facilidad para crear peligro. Riqui Puig aportó frescura al equipo cuando más la necesitaba, y se mostró muy seguro con el esférico en los pies, prácticamente sin cometer pérdidas de importancia.
Riqui Puig puede ir a más en el Barça de Koeman
A sus 21 años, el de Matadepera sólo piensa en seguir creciendo y en hacerlo, además, vestido de azulgrana. Si bien su ex compañero Carles Aleñá tomó la decisión de marcharse cedido al Getafe en los últimos días, Riqui siempre ha apostado por quedarse pese a su falta de minutos, sabedor de que la situación puede cambiar a medio plazo si aprovecha sus oportunidades.
Por ahora puede decirse que ha jugado a gran nivel en los últimos partidos en los que ha participado, por lo que no hay razón para que Koeman no siga dándole minutos, aunque sea desde el banquillo en las citas venideras. Quién sabe si el joven centrocampista podría convertirse, como el año pasado, en uno de los grandes revulsivos del equipo en la segunda parte del curso.