El FC Barcelona ha presentado a Oriol Romeu como nuevo jugador del equipo de Xavi Hernández. Ha regresado doce años después de marcharse de la Ciudad Condal en búsqueda de oportunidades y regularidad, con la esperanza de convertirse en el relevo idóneo de Sergio Busquets en el pivote. Este viernes, desde Los Ángeles, los directivos azulgrana le han acompañado para iniciar, de manera oficial, su segunda etapa como azulgrana. 

Merece la pena recordar que el Barça alcanzó un acuerdo con el Girona para su traspaso el pasado miércoles, a razón de 4,5 millones de euros apróximadamente. El centrocampista se ha comprometido con los culés hasta el verano de 2026 y tiene una cláusula de resicisión que asciende a los 400 'kilos'. En el club  están muy satisfechos con su incorporación y tienen altas expectativas con respecto a lo que puede ofrecer al equipo, sobre todo después de la gran temporada que firmó con el Girona. 

Oriol Romeu vuelve a su casa

El futbolista, presentado desde el Los Angeles Memorial Coliseum, ha confesado que está muy emocionado por comenzar esta etapa en el Barça, pero ha aprovechado para quitarse presión sobre la posibilidad de ser el 'nuevo' Sergio Busquets, algo que entiende que es imposible porque el de Badia, en su opinión, ha sido el mejor '5' de la historia. "Quiero recalcar la ilusión que tengo. Es uno de los retos más ilusionantes de mi carrera. Quiero cumplir los objetivos y ayudar al equipo, aportando la parte técnica y personal. Força Barça", comenzó diciendo. 

Sobre la oportunidad de volver al Barça después de doce años, ha apuntado que son muchas las emociones: "Después de muchos años dando vueltas, tener la oportunidad de volver a casa es una ilusión inmensa", dijo, antes de 'mojarse' sobre cómo ha sido su salida del Girona, que no quería que se marchara, pero "entendía mi postura. Sin ellos no estaría aquí. La temporada que hemos hecho ha sido muy buena. Estoy seguro que el Girona seguirá creciendo y en lo personal estoy eternamente agradecido".

Romeu, ¿el nuevo Sergio Busquets?

El de Ulldecona ha tenido la oportunidad de hablar sobre lo que puede aportar en el club y ha dejado claro que no ha venido a ser el sucesor 'idéntico' de Busquets, pero sí uno que puede dar músculo al centro del campo: "Pienso que puedo ser un pivote posicional y que los jugadores delante mío se sientan seguros. Mi parte fuerte es la física, pero sigo aprendiendo para sacar el balón y la circulación. Estoy seguro que con la ayuda del míster daré un paso adelante. Desde que me fui he tenido muchos aprendizajes. Me siento preparado para el reto y para rendir a un gran nivel. Ahora cuando empiece la temporada lo demostraré en el campo".

De Busquets y la presión que se le ha puesto, comentó que el de Badía "ha marcado una época, quizás el mejor '5' que hemos visto. Llegar después es un reto bonito, pero llenar lo que ha dejado son palabras mayores. Hablar con Xavi ha sido positivo. Hemos tenido contacto y siempre ha mantenido la ilusión de que pudiera estar aquí", insistiendo en que siempre hay presión por ocupar ese puesto y jugar en el Barça. 

Rol, presión, ambición...

Insistiendo en lo anterior, el centrocampista de 31 años apuntó que "la presión siempre está. Cuando estás en un club como este hay que cumplir y lo vivimos día a día. Busi ha sido el mejor e intentas tener su compostura con balón, poder filtrar, la orientación... Hay muchas cosas que intentas aprender sin perder tu esencia", mientras que del rol que espera tener señaló que "los jugadores tenemos que entender cómo jugamos y me siento capacitado para ayudar a atacar de la mejor manera posible".

Sobre cómo 'supo' que iba a terminar en un equipo 'grande' como el Barça, Romeu resaltó que "soy optimista y hace un par de años estaba muy bien en Inglaterra y sabía que querñia dar un paso adelante. Ir al Girona lo ha sido por volver a jugar el fútbol que me gusta. Quería ir a un grande y lo he conseguido gracias a esa gran temporada".