Miralem Pjanic no ha contado con el protagonismo esperado. Con un cuarto de campeonato cumplido, tan sólo ha disputado 158 minutos, lo que evidencia que, para Ronald Koeman, no está siendo indispensable en LaLiga Santander 2020-21. Especialmente después de haberlo rezagado al banquillo para el compromiso frente a Osasuna, donde prefirió a Pedri.
Este pasado domingo, el FC Barcelona vapuleó al Osasuna 4-0. La presencia de Pjanic para afrontar este compromiso era esperada, pero sorprendentemente el técnico holandés prefirió disponer de Pedri para formar el doble pivote con De Jong, guardándose una vez más al bosnio. Lo propio hizo con Busquets.
Incluso, no fue opción de cambio para suplir al internacional Sub-21. Cuando este perdía posición y quedaba retrasado, en su lugar saltó al campo el de Badia para cumplir con labores de contención, pese a que salía de una lesión con la Selección española.
Contrastando con su escaso protagonismo en el torneo doméstico, Pjanic es indiscutible en los compromisos por UEFA Champions League. En esta competición, acumula 291 minutos de los 360 posibles, lo que supone un 80,8% del total de minutos.
Sin embargo, considerando las lesiones con las que ha tenido que lidiar Koeman para formar su once titular, resulta difícil que asumir que el técnico se reserve al bosnio para disputar los partidos europeos. "No estoy satisfecho", expresó Pjanic en una entrevista con France Football durante el parón de selecciones. Con ello, dejó claro que no existe ningún pacto con Koeman para enfrentar exclusivamente los partidos de Champions.
Pjanic es un jugador de buena forma, con 30 años, y considera que tiene la capacidad de jugar tres compromisos por semana de ser necesario. Pese a que el ex jugador de la Juventus no fue solicitado por Koeman, cuenta aún con innegable prestigio en el continente, conoce lo que es vestir la camiseta de un club grande, de jerarquía internacional.
Koeman exige más de Pjanic
En sus inicios con el azulgrana, protagonizó errores claves en la entrega que pudieron costar caro al equipo. Pero conforma una pieza fundamental para el buen funcionamiento, mantiene el ritmo y colabora en ofensiva.
Su falta de ritmo en LaLiga podría suponer un bajón moral para el futbolista. La tarjeta obtenida en Kiev pareció no agradarle al dirigente del banquillo catalán. Asimismo, la pérdida en el duelo ante Ferencvaros que originó la expulsión de Gerard Piqué, además de otra chance que aprovechó la Juventus, que casi desembocaba en un tanto para su ex equipo. Koeman necesita del bosnio más entrega, esfuerzo y rendimiento, pero en especial, más concentración.