Arturo Vidal estuvo en la puerta de salida del FC Barcelona este verano pasado. El Inter de Milán, entre otros, se interesó por la situación del centrocampista, que podía verse afectado por la llegada de Frenkie de Jong al equipo. Los minutos del chileno podían descender considerablemente, pero aún así decidió quedarse finalmente para intentar hacerse un hueco en la rotación.
Ernesto Valverde solo le dio ratitos en las primeras cinco jornadas de Liga y no le sacó al campo en el debut en Champions contra el Dortmund. Pero el Barça no estaba funcionando y el 'Txingurri' decidió que era el momento de probar algo nuevo. Entonces, recurrió al siempre preparado Vidal, que cambió el choque contra el Inter y demostró lo útil que puede ser para el equipo.
El '22' se colocó en la mediapunta ante los interistas y de manera muy inteligente se aprovechó de los huecos que dejaron atrás los centrocampistas italianos. Eso sacó de su cómoda posición a los centrales y el Barcelona por fin empezó a hacer daño con Leo Messi, Luis Suárez y Dembélé. Además, contribuyó directamente a la remontada al darle al charrúa el pase de su primera diana.
Valverde elogió a Vidal en rueda de prensa y llamó al 'plus' que dio, "desorden". "Arturo nos aporta desorden y eso que puede parecer un defecto, es una virtud porque sube la línea de presión, aparece por donde menos se lo espera el rival, juega en las zonas calientes del campo y siempre mira a portería. De hecho, nada más salir al campo ya ha tenido un disparo a portería", comentó.
Un perfil de jugador único y necesario
Pero este "desorden" va mucho más allá. El de San Joaquín tiene un perfil único en la plantilla azulgrana y nadie más puede dar lo que él da. Además de ser muy inteligente en sus movimientos, decisiones y llegadas desde segunda línea, tiene el carácter necesario para levantar un equipo. El chileno corre, presiona y muerde, y después pregunta. Es de esos futbolistas que no suele salir en la foto, pero que todos los compañeros quieren tener a su lado y que los equipos necesitan para triunfar. Contra el Sevilla volvió a ser titular y mostró una noche más sus virtudes al marcar el 2-0 con un desmarque marca de la casa.
Con el balón en los pies es evidente que, sin ser ningún tronco, nunca estará a la altura de otros virtuosos en su puesto como Arthur o De Jong. Ni siquiera está a la altura de Rakitic o Aleñá en lo que a calidad técnica se refiere. Pero el ex del Bayern no necesita eso para ser decisivo. Es más listo, tiene más carácter y más personalidad que nadie. El Barça es muy afortunado de tener un futbolista así en su plantilla.