La posición ideal de Griezmann genera debate en el Barça

A excepción de la exhibición contra el Real Betis en el Camp Nou, donde marcó dos golazos para empezar a ganarse a la afición culé, Antoine Griezmann no ha rendido al nivel que se espera de él en el resto de partidos oficiales que ha disputado hasta ahora. Pasó desapercibido en la derrota frente al Athletic en San Mamés (1-0), y también en el empate cosechado en El Sadar ante Osasuna (2-2).

Le está costando entrar en juego con el FC Barcelona, seguramente porque no está acostumbrado a la nueva posición en la que le ha tocado jugar debido a las bajas de Leo Messi, Luis Suárez y Ousmane Dembélé. Y es que 'Griezzy' ha actuado de 'falso nueve' en las tres primeras jornadas de LaLiga Santander 2019-20, intentando fijar a los centrales y sin posibilidad de generar desmarques rompedores viniendo desde atrás.

Su falta de incidencia en el juego ofensivo ha recordado a los problemas que tuvieron otros delanteros como Alcácer y Boateng -salvando las distancias- para adaptarse al estilo de juego azulgrana y potenciar sus virtudes. Griezmann tiene mucha más calidad y técnica que ellos, y es cuestión de tiempo que empiece a encadenar grandes actuaciones una tras otra.

Pero, para que eso suceda, habrá que encontrarle la mejor posición. En el Atlético de Madrid se desempeñaba por detrás de un 'nueve' fijo como Diego Costa o Morata. En el FC Barcelona esa labor la lleva a cabo Leo Messi, que es quien tiene mayor libertad de movimientos a la hora de tejer y crear las jugadas de ataque por detrás de Luis Suárez, que es quien fija las defensas.

Cuando argentino y uruguayo estén listos para formar tridente de ataque con Griezmann, lo más probable es que el astro francés tenga que pasar a una banda. No es un extremo puro, pero en la Real Sociedad ya actuó en las alas y podría rendir a las mil maravillas si va intercambiando posiciones con sus dos compañeros de tridente. Naturalmente, Valverde dará libertad a sus tres 'cracks' a la hora de moverse, pero no quiere que se estorben.

La presión tras pérdida, básica para que todo funcione

Existe el riesgo de acumular una gran presencia de jugadores en el centro del ataque, justo al borde del área. Eso restaría profundidad al equipo azulgrana por las bandas, aunque liberaría mucho espacio para las subidas de Nélson Semedo y Jordi Alba a la hora de colocar centros y pases al interior del área. Paralelamente, el equipo quedaría partido en dos y sufriría más en los contragolpes si los hombres del medio campo no están atentos en la presión.

El resumen es que, para que Griezmann encaje a la perfección en el ecosistema de juego del FC Barcelona y el equipo vuelva a ser una apisonadora, tanto el francés como sus compañeros deberán dar el 100% en labores de contención y recuperación de balón tras pérdida. Así no sólo se potenciaría el ataque culé -al coger desprovistas a las defensas-, sino que además se apagarían muchos fuegos en defensa.

Por suerte, Griezmann es un futbolista acostumbrado a este tipo de labores, curtido en defensa tras sus campañas bajo el mando de Simeone. Juegue en la posición que juegue, si presiona tras pérdida y el resto del equipo le acompaña, el galo tendrá mucho ganado para rendir a buen nivel en el Barça.