Antoine Griezmann fue el futbolista elegido por el FC Barcelona el pasado verano para eliminar de una vez por todas la dependencia goleadora total que había con los tantos de Leo Messi y Luis Suárez desde la marcha de Neymar. El galo llegó al Camp Nou para aportar talento y gol a la plantilla de Ernesto Valverde y, tras dos meses y medio de competición oficial, no acaba de arrancar.

El delantero francés ha tenido actuaciones formidables como la del Camp Nou contra el Real Betis en la segunda jornada liguera o la de Ipurua contra el ibar, más reciente. Pero, en líneas generales, pese a su evidente esfuerzo y a su despliegue físico, no está aportando el rendimiento que se esperaba de él en la expectativa que había de un tridente junto a Suárez y Messi.

Además, el caso de Griezmann está empezando a recordar al de Philippe Coutinho, un futbolista que no consiguió adaptarse a la filosofía de juego del FC Barcelona y que el pasado verano se marchó cedido al Bayern de Múnich para tratar de reencontrarse con su mejor versión. Pues bien, los números del delantero francés no están superando a los del brasileño, en una preocupante comparativa.

Si nos ceñimos al inicio de temporada de Griezmann en el FC Barcelona con el comienzo de campaña de Coutinho hace un año, los datos son muy similares. El francés ha jugado 1047 minutos, mientras que el carioca llevaba 1080 a estas alturas. Minutos en los que ambos llevaban los mismos goles anotados: cuatro.

Naturalmente, para Coutinho, que partía como centrocampista en aquella época, era una estadística bastante positiva, pero no así para Griezmann, que llegaba como un gran goleador procedente del Atlético de Madrid. Del francés, se esperan más goles, así como más influencia en el juego. En cuanto a asistencias de gol, ambos llevaban también las mismas a estas alturas: tres

Griezmann, fuera de su puesto favorito

En el Atlético de Madrid, Griezmann consiguió ser el líder ofensivo y también un futbolista con grandes registros goleadores. Con Diego Pablo Simeone, jugaba como mediapunta, posición en la que más cómodo se siente y en la que brilló con más fuerza. En el Barça, sin embargo, Ernesto Valverde le coloca como extremo, una posición en la que participa y menos y tiene menor llegada a portería.