Si hace unas semanas Joan Laporta había anunciado que el FC Barcelona estaba en la UCI, por todos los problemas económicos, deportivamente la situación es delicada, siendo también una consecuencia de la crisis de la entidad azulgrana, que ha sido la gran 'herencia' que dejó la anterior Junta Directiva, presidida por Josep María Bartomeu. Este año, al menos hasta la fecha, el Barça ha estado a años luz de su mejor versión y todos han quedado discutidos.
Con Joan Laporta la situación no ha mejorado y queda la sensación que en los primeros meses de su gestión, se ha debilitado demasiado al equipo, a pesar de que todas las decisiones han sido tomadas para poder mantener al club a flote, de allí que la preocupación sea, como poco, máxima. En los primeros partidos de Liga, al Barça le 'bastó' con poco para ganar dos partidos y empatar otro, pero más allá del primer tiempo ante la Real Sociedad, las sensaciones no han sido las mejores.
Contra el Bayern, un rival de mucho peso, salieron a la luz todas las carencias del equipo dirigido por Ronald Koeman. La goleada pudo ser peor, eso está claro, pero el Barça no puso mucha oposición a la presión de los bávaros y tampoco intentó desesperadamente un gol. Fue un equipo pequeño en una noche de grandes, con varios problemas preocupantes:
Los pesos pesados, menos 'pesados' que nunca
Con la salida de Leo Messi, quedaron en el vestuario cuatro jugadores llamados a liderar al equipo, dentro y fuera del equipo: Sergio Busquets, Gerard Piqué, Jordi Alba y Sergi Roberto. Los tres primeros superan la treintena y el de Reus está que los alcanza; pero el golpe de realidad es que ya no están al nivel de años anteriores y que, en un fútbol donde el físico y la velocidad lo son todo, dejan la sensación de que no encajan.
Piqué quedó 'retratado' en la foto del gol de Lewandowski, 'Busi' estuvo desentonado y sin presencias importantes, dejando el mediocampo libre, mientras que Jordi y Sergi fueron de los más criticados porque desarcertaron casi todas sus acciones. No por nada, por ejemplo, el Camp Nou terminó pitando al de Reus.
Cortos de jugadores
Otro de los grandes problemas que tiene el Barça es que en algunas posiciones no hay refuerzos, como en los laterales. Es preocupante que Jordi Alba no cuente con un recambio en la primera plantilla y que el 'peso' caiga en Alejandro Balde, que es un jugador que ya demuestra que puede ser importante, pero es muy joven. En la banda derecha, la situación es igual: no hay quien sustituya a Dest.
Antes estaba la opción de Emerson Royal, pero se fue casi tan rápido como llegó a Can Barça por cuestiones económicas -como siempre-, en una operación en la que el club azulgrana sumó un beneficio de +4. A este problema hay que sumar la posición de central zurdo, en la que nadie parece encajar. Clément Lenglet y Samuel Umtiti son zurdos, pero Koeman no cuenta con ellos. El resto, son diestros: Piqué, Araújo, Eric y Mingueza.
El centro del campo, sin recambio
Es cierto que hay muchísima ilusión con jugadores como Nico González o Gavi, pero hay que ser pacientes con ellos y entender que, a pesar de que son muy talentosos, son jóvenes y necesitan tiempo para demostrar todo su potencial y madurar su juego. Ellos son los recambios en la medular, pero en la plantilla hay poco más que Busquets, Pedri y De Jong. Es por ello que Koeman había pedido un centrocampista físico y el club trabajó en la incorporación de Georgino Wijnaldum, que terminó en el París Saint-Germain. Ahora se nota que la medular necesita músculo, versatilidad y potencia.
El lío con los delanteros
A espera del regreso de Ansu Fati, Ousmane Dembélé y el estreno del 'Kun' Agüero, hay pesimismo con el tema de los delanteros. De momento, Memphis y Luuk de Jong son los llamados a ser los goleadores del equipo, pero no son suficiente para llenar el vacío de los 58 goles que han dejado Leo Messi y Antoine Griezmann, con 38 y 20 goles respectivamente la temporada pasada.
El ex del Lyon ha sido una novedad en el arranque de temporada, pero ante el Bayern se vio superado, por no hablar de un De Jong que reconoce sus limitaciones y que sabe que llegó a ser suplente. No obstante, tiene que asumir responsabilidades porque, en un momento de crisis, se necesitan sus goles y que demuestre que, contrario a lo que parece.