Lo que el Barça de Setién pudo haber sido con Luis Suárez

Ya hace un mes que el FC Barcelona confirmó la lesión de larga duración de Luis Suárez pero, pese a que el uruguayo se ha perdido estos últimos siete partidos del equipo culé, sigue siendo el segundo máximo goleador del equipo (con 14 tantos marcados, 11 en LaLiga y tres en Champions League) solamente superado por los 19 de Leo Messi (14 en LaLiga, dos en Champions League, dos en Copa del Rey y uno en la Supercopa de España). 

Desafortunadamente, la operación de Luis Suárez se llevó a cabo poco anters de la presentación de Quique Setién como nuevo entrenador del FC Barcelona, por lo que el cántabro empezó afrontando el relevo de Ernesto Valverde sin un jugador tan importante como el uruguayo. Un jugador que ahora se está echando de menos no solamente por su capacidad goleadora, sino también por su espíritu aguerrido.

El sistema de Valverde consistía en liberar totalmente de trabajo defensivo tanto a Messi como a Suárez, algo que era un arma de doble filo: ambos jugadores​ estaban más frescos para atacar y resultaban ser letales pero, al a vez, el sistema defensivo del equipo se resentía al tener que defender sin dos efectivos, por lo que el balón costaba más de recuperar y, cuando se lograba, se hacía más lejos de la portería.

Quique Setién está llevando a cabo un intento de recuperar esa presión alta en la que Luis Suárez hubiese podido ayudar mucho. El uruguayo es un futbolista peleón, que lucha cada bola hasta el final y que hubiese sido clave para adelantar líneas en busca de incomodar la salida de pelota desde la defensa rival. Una faceta que perdió con Valverde pero que hubiese podido recuperar a las órdenes de Setién.

Un hándicap para Setién

Además del aspecto clave de la presión, naturalmente sin Luis Suárez se pierde un arma letal dentro del área, así como el mejor socio de Messi dentro y fuera del campo. Los goles que no está marcando el ariete de Salto es algo que a veces no se tiene lo suficientemente en cuenta cuando se compara a Valverde con Setién y cuando se critica el cese del primero y el desempeño del segundo.

Luis Suárez era en muchas ocasiones el encargado de abrir la lata, ese delantero oportunista que entendía como nadie lo que debía hacer para perforar las porterías contrarias. Su largo periodo de recuperación está afectando amargamente el rendimiento global del FC Barcelona, pero el equipo se deberá hacer a la idea que deberá sobrevivir sin su 'killer' al menos, hasta abril.