El FC Barcelona empieza a coger ritmo en sus entrenamientos, centrado en su regreso a LaLiga y la Champions League. Si los protocolos demuestran su eficiencia y la planificación va según lo previsto, a mediados-finales de junio se reanudará el campeonato de la regularidad, que debería extenderse hasta finales de julio. Con la llegada de agosto tocará luchar una vez más por alcanzar la ansiada corona europea.
Mientras observa la evolución física de la plantilla, Quique Setién ya prepara dos claves a nivel táctico. El entrenador está al corriente de las sensaciones de sus pupilos y sabe, por ejemplo por boca de Gerard Piqué, que las semanas de confinamiento no han sentado bien. Los primeros análisis revelan que el estado de forma no es tan malo como cabía esperar, pero tocará machacarse para ponerse a punto y vigilar con las lesiones.
En paralelo a esta progresión, el cántabro se fija en cuestiones de fútbol y estilo, y su primera aportación se llama Luis Suárez. Pese a las críticas por su bajo rendimiento, bastó un percance de larga duración para constatar que su aportación al equipo, en términos estadísticos y de funcionamiento, era mucho más importante de lo que parecía. Por eso, puede ser decisivo encajar un arma que mejora todo el engranaje ofensivo abriendo caminos para Leo Messi y para el resto de sus compañeros, y que también enciende la defensa cada vez que activa la presión.
El míster quiere tener controlados los minutos que dará al uruguayo, el desplazamiento de otros cracks como Antoine Griezmann y su afectación a nivel colectivo. Para ello deberá controlar al detalle los cinco cambios que ahora podrá realizar por partido, y elaborar una estrategia que debe estar medida por completo. Muchos han advertido esto permitirá que los azulgra sostengan un ritmo intenso y elevado durante más minutos, pero también deberán esquivar dificultades como la tendencia a desordenarse y sus evidentes lapsus de concentración.
El gran problema de Setién en la 'pretemporada'
Aunque sabe que debe adaptarse a lo que hay, a Setién se le acumulan los problemas en esta 'pretemporada', y la mejora táctica no va a ser fácil ni de comunicar ni de implementar. El ex del Real Betis ha reflexionado sobre este asunto y ha explicado que sin reuniones donde compartir sus ideas ni sesiones amplias o partidos donde probarlas, tendrá más dificultades para trasladarlas a las estrellas, así que no descarta ser creativo.
"Hay varias incógnitas. En pretemporada, juegas amistosos que sirven para corregir aspectos tácticos. Aquí, ni siquiera podremos vernos en en las reuniones. Seguramente, tendremos que tener distanciamiento. O los ponemos fuera, o nos los llevamos a un cine donde proyectarles las imágenes, o no van a ver las cosas que les tenemos preparados...", explicó el de Santander recientemente. Tendrá que encontrar el camino.