La crisis del coronavirus ha afectado al calendario, pero después de varios meses, el FC Barcelona está listo para luchar por los títulos. Por el camino quedan un inesperado confinamiento y una 'pretemporada', atípica, breve e intensa, y por delante asoman ya las exigentes batallas en LaLiga y la Champions. En la Ciudad Condal hay experiencia en disputar encuentros cada tres días, pero exámenes como este no se han vivido.

El conjunto azulgrana tiene varios nombres destacados en el reinicio de la campaña, y uno de ellos es el de Antoine Griezmann. Entre optimismo y precacución navegan Leo Messi y Luis Suárez, las dos referencias de la delantera que deberán dosificarse para aprovechar al máximo todo su talento. Ambos han refrescado las piernas y volverán a tirar del carro, pero además de la ayuda de Ansu Fati y Martin Braithwaite necesitarán del apoyo del francés, que ya es un veterano tanto en competiciones domésticas como internacionales.

El reto principal del galo es reencontrarse con su mejor versión y dar un salto respecto a la primera parte del curso, que no fue mala pero le mostró más apagado que de costumbre. De sus 37 encuentros disputados, 14 tantos y cuatro asistencias, 26 partidos, ocho goles y todos los pases clave corresponden al campeonato de la regularidad, donde tendrá que coger ritmo antes de fijarse en el torneo más prestigioso de Europa.

Además de sostener o incluso mejorar sus estadísticas, al de Macon le toca potenciar sus sensaciones y empezar a marcar diferencias, algo que le costó demasiado tras su llegada al Camp Nou y que se limitó a un puñado de chispazos. Es evidente que sus éxitos con la Real Sociedad, el Atlético de Madrid y la selección le avalan, pero los aficionados barcelonistas también quieren disfrutar con un atacante al que consideran capaz de generar juego, anotar y asistir, un pack muy completo que ha costado ver desde que abandonó el Wanda Metropolitano.

La preparación física, la mentalidad de hierro y la ambición son sus armas principales para acabar con las dudas y la fase de adaptación. Calidad tiene de sobras y ha advertido que necesitaba tiempo para adaptarse a sus nuevos compañeros, y más en un ecosistema tan peculiar como el del Barça, completamente distinto a los que había probado hasta ahora. Y desde luego, si su rendimiento viene acompañado por una electricidad que ha echado de menos, los culés tendrán mucho ganado, ya que la competencia es feroz. A partir de ahora, sólo vale triunfar.

El mercado no presiona a Griezmann

Pese a que rumores hay de todos los gustos y colores, el mercado de fichajes no debería presionar a Griezmann. Aunque las noticias aún le señalan como un deseo de diversos grandes y posible protagonista en más de un intercambio, el Barça ya le habría comunicado que se encuentra dentro del reducido grupo de intransferibles. Esto no significa que pueda o deba relajarse, sino que tiene su futuro atado y puede concentrarse en brillar como la estrella que es dentro del terreno de juego. A partir de ahora y hasta nueva orden, habrá que olvidarse de los despachos.