Riqui Puig derriba la puerta y Koeman medita darle protagonismo

Los últimos partidos del FC Barcelona están poniendo de manifiesto el mal momento en el que se encuentra el conjunto de Ronald Koeman. Bajas capitales como las de Gerard Piqué, Ansu Fati, Ousmane Dembélé o Sergi Roberto están dejando al equipo en cuadro y las recientes actuaciones de los azulgranas no dan demasiado optimismo, ni por la actitud de los jugadores ni por su capacidad futbolística de revertir la situación.

En LaLiga, la situación se agravó mucho con la derrota contra el Cádiz, pero el conjunto azulgrana tocó fondo contra la Juventus de Turín,​ con una goleada que apartó a los culés del primer puesto. El FC Barcelona salió al terreno de juego -ya fuese por miedo o por falta de ganas- sin actitud y pocos fueron los que se salvaron de la quema. Solo hubo una pequeña chispa que mejoró la cara del equipo: Riqui Puig.

El canterano, repudiado por Ronald Koeman desde el principio, salió al terreno de juego en el segundo tiempo para agitar el partido y, aunque no resultó en el marcador, consiguió su cometido. Con balón, Riqui Puig aportó frescura, ese estilo tan de la Masia que consiste en conducir poco y entregar el balón rápido -y con precisión- para anular el sistema defensivo del oponente.

Riqui Puig completó con acierto 37 de los 40 pases que intentó, la mayoría de ellos con criterio y con una idea clara en ataque. Pero la estadística favorable al canterano no solamente se reduce a su distribución del juego, sino también a su trabajo defensivo: pese a que entró al terreno de juego en el minuto 66 -sustituyendo a Pedri González- fue el azulgrana que más balones recuperó con seis.

El partido de Riqui Puig contra la Juventus de Turín no hizo más que volver a demostrar que el catalán merece tener más minutos en un equipo en el que las cosas no funcionan y que tal vez podrían mejorar con él en el campo. Parece un discurso populista referido a un jugador que al que no han hecho caso ni Ernesto Valverde, ni Quique Setién, ni Ronald Koeman, pero la pura realidad es que el FC Barcelona parece mucho más peligroso cuando él sale al campo.

Pocas veces Ronald Koeman ha recurrido a Riqui Puig en un momento de apuro y contra la Juventus, totalmente desesperado, tiró de él. En un momento en el que el equipo no funciona y en el que hacen falta revulsivos, el holandés medita darle más oportunidades para cambiarle la cara al equipo y sus buenos minutos en el decisivo duelo de Champions League pueden ser un antes y un después en su papel dentro del equipo.

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