El FC Barcelona ha decidido no quedarse callado tras conocer que su atacante Neymar Júnior ha sido sancionado con tres encuentros por parte del Comité de Competición de la RFEF. Una sanción que impedirá al delantero azulgrana estar el próximo 23 de abril en el Clásico frente al Real Madrid en el Santiago Bernabéu.
En la apelación que realiza la entidad azulgrana, el Barça denuncia "adicionalmente" su "preocupación por la clara e inaceptable presión por parte de algunos medios de comunicación, a efectos de impedir que este Comité pueda resolver con razonabilidad la cuestión planteada, al existir un inequívoco interés en la opinión pública al efecto de que el jugador no pudiera disputar 'el encuentro correspondiente al clásico'".
El Barça defiende al once en cuanto a que no hay nada que demuestre el desprecio al cuarto árbitro tras su sanción, con ese aplauso que será el que finalmente ha pesado. "Efectivamente, realizó el gesto de aplaudir en el momento en el que se retiraba del campo, no siendo sin embargo exacta la literalidad del acta, al señalar que 'se dirigió', pues el jugador no pronunció palabra alguna, ni advirtió, ni gritó, ni tocó, ni de ninguna otra manera aludió con palabras o gestos al estamento arbitral, limitándose su acción a aplaudir".
Y es que para el Barça Neymar "no protesta decisión alguna, se retira al vestuario y el aplauso que realiza, es interpretado por el cuarto árbitro que se dirige hacia su persona, no teniendo sin embargo mucho sentido tal acción, puesto que en aquel momento el cuarto árbitro no había adoptado decisión alguna".
El aplauso de Neymar, una reacción desesperada tras su expulsión
La conclusión del Barcelona es la siguiente: "El aplauso podría interpretarse como una reacción desesperada del jugador como consecuencia de su expulsión, incluso como una velada disconformidad con el criterio de decisiones arbitrales adoptadas durante el partido, pero no como un gesto personalizado hacia el cuarto árbitro". Finalmente, confirman que "ninguna intención o ánimo de injuriar, ofender, desacreditar o desconsiderar al árbitro".