Es pronto para echar las campanas al vuelo porque las campañas se juzgan al final, pero es difícil no sacar conclusiones positivas de la contundente victoria del FC Barcelona en su estreno en la Champions en el Camp Nou. La Juventus era un adversario muy exigente, y el conjunto azulgrana la ha pasado con nota.
Una de las actuaciones más brillantes de la noche ha corrido a cargo de Nélson Semedo, que partido tras partido justifica el acierto de los catalanes al ficharle y recuerda que su carrera sólo acaba de despegar. El lisboeta ya ha empezado a mostrar que su sintonía con sus compañeros es notable y que apartarle del once titular va a ser una misión complicada.
Y es que si el ex del Benfica llegaba con el cartel de ser un carrilero con buenas condiciones atacantes, cada vez se le ve más entonado en defensa, donde su endiablada velocidad es una de sus grandes armas. Después de probarse en las primeras jornadas de LaLiga, la Champions ha supuesto un verdadero test, contra un tridente ofensivo de verdadero escándalo.
Douglas Costa, reducido
Con Gonzalo Higuaín ocupando posiciones más centradas, Paulo Dybala y Douglas Costa han sido los principales obstáculos para Semedo en su banda, y el futbolista luso ha logrado salir victorioso en la mayoría de los envites. Ya fuera por acciones personales o gracias a la ayuda de los apoyos defensivos, el de Lisboa ha logrado contener a los dos peligrosos zurdos.
En varias ocasiones, además, ha sido el último eslabón de la zaga del Barça, combinando con Jordi Alba la posición de cierre debido a la velocidad que caracteriza a ambos, que les hace más aptos para conectar con Ter Stegen a la carrera y evitar la presión contraria. Aunque el propio Douglas Costa ha sido el mejor argumento de la Juventus, a 'Nelsinho' no se le ha visto ni de lejos tan superado como la primera vez que cruzaron caminos. Hay lateral.