Setién le dio libertad... Y De Jong respondió con un partidazo

El FC Barcelona se recuperó este domingo del golpe en la Copa del Rey con un triunfo tan trabajado como balsámico en LaLiga. En el Benito Villamarín hubo muchísimo fútbol, polémica -expulsiones, penaltis y VAR- y tensión, en un choque en el que se adelantó en dos ocasiones el Real Betis hasta que los catalanes aceleraron para sellar la remontada. Quique Setién, eso sí, volvió a casa con conclusiones positivas.

Una de las mejores noticias para el técnico tiene nombre y apellidos, ni más ni menos que los de Frenkie de Jong. Su apuesta para la visita a Sevilla incluyó un rombo en la sala de máquinas, con el neerlandés a la izquierda, Sergi Roberto a la derecha, Sergio Busquets de ancla y Arturo Vidal encargándose de funciones de media punta y de nueve. Con más libertad, el de Arkel mostró una versión excepcional sobre el césped.

Una jugada clave para entender su partidazo fue su gol, que colocó el momentáneo 1-1 en el marcador. El joven volvió a convertirse en el todoterreno que maravillaba en el Johan Cruyff Arena, y tras recibir un pase de Clément Lenglet cerca de su área, salió disparado a la carrera. Tras una combinación con Leo Messi quedaba lo mejor, porque se plantó frente a la portería, realizó un control magistral y fusiló a Joel Robles.

El ex del Ajax volvió a ser ese centrocampista atrevido y dominador que le hace mucho más decisivo, algo que se echaba en falta porque sus actuaciones como azulgrana han sido más tácticas y encorsetadas. Es difícil decir que lo hace mal en la mayoría de encuentros que completa, pero desde luego este fin de semana se le vio disfrutar de un enfrentamiento con más espacios y el equipo notó su influencia para bien.

Sus compañeros necesitan mejorar

Aunque el experimento no del todo negativo, no dejó demasiado bien parados a Sergi Roberto y Sergio Busquets, que no estuvieron a la altura del holandés. A este le faltó continuidad porque no tenía demasiado apoyo, ya que Arturo Vidal y el de Reus se mostraron especialmente imprecisos. El canterano, desubicado en un nuevo regreso al centro del campo, se jugó la expulsión con una dura entrada sobre Carles Aleñá.

El atrevido planteamiento de Setién, además, hizo sufrir al de Badia, que fue salvador con su gol pero vivió agobiado con cada arreón de los andaluces. Pese a su buena colocación y su responsabilidad táctica, el físico ya no le permite resistir las embestidas de los oponentes, y las salidas en velocidad de los pupilos de Rubi, con un Nabil Fekir inspiradísimo, le dejaron retratado en varias ocasiones, obligándole a hacer varias faltas.