Una jornada más, y otro ridículo del Barça... Y ya van demasiados en los últimos cursos. El Barça, sin espíritu ni piernas en el segundo tiempo, pudo respirar y sacarse un peso de encima cuando Ousmane Dembélé, apenas unos minutos después de que el Levante empatase el partido con dos goles en cinco minutos, marcó el 2-3 gracias a un potente y colocado disparo desde el interior del área.
Después de haberse dejado empatar incomprensiblemente cuando parecía que los culés tenían el partido controlado, Antoine Griezmann chocó con un defensor local y habilitó a su compatriota para el disparo, poniendo de nuevo por delante a los de Koeman a falta de poco menos de media hora para el final del tiempo reglamentario en el Ciutat de València.
Pero ya sabemos que este Barça no es capaz de cerrar los partidos, y tras haberse puesto de nuevo por delante en el electrónico, vio en los minutos finales cómo el Levante volvía a empatar la contienda con el 3-3 de Sergio León, ya definitivo. No ayudó nada Koeman, que con el 2-3 en el marcador quitó del campo a Dembélé y Griezmann y puso a jugadores inexpertos y muy verdes como Riqui Puig y Sergiño Dest.
Se veía venir que, con cambios como estos (como el de Sergi Roberto por Araújo al descanso, jugando el de Reus de central) el Barça no acabaría sacando agua clara de tierras valencianas, y así fue. El conjunto culé hizo el ridículo y Koeman también, lo que le pone sin lugar a dudas en la cuerda floja ante una posible decisión de Laporta. ¿Prescindirá de él este verano? Es posible.
Dembélé, el único que aportó algo diferente
De quien no debería desprenderse el Barça es del 'Mosquito'. Tras varios partidos en los que no había sido titular, Dembélé protagonizó una gran actuación pese a jugar en una posición, la de carrilero, a la que no está acostumbrado. Dio una asistencia, marcó un gol y fue el jugador azulgrana que más desequilibrio aportó, tanto con el balón en los pies como en la profundidad.
Por desgracia, los buenos minutos de Dembélé no sirvieron para que el Barça amarrase los tres puntos, y tras el empate podría decirse que los culés ya han perdido todos los trenes posible para luchar por el título de LaLiga Santander 2020-21. El Atlético lo tiene, ahora, un poquito más fácil para cantar el alirón... Sin olvidar aún a un Real Madrid que sigue al acecho.