Ousmane Dembélé es el segundo fichaje más caro de la historia del FC Barcelona. Un futbolista por el que el cuadro catalán pagó al Borussia Dortmund 105 millones de euros fijos más otros 40 en variables de fácil cumplimiento. Una importante apuesta de la dirección deportiva encabezada por Robert Fernández -para sustituir a Neymar en verano de 2017- por un jugador joven que solamente llevaba dos años en la élite.
De ello ya hace tres años y, tras un calvario de lesiones, Ousmane Dembélé no ha conseguido, de momento, brillar de manera continuada. Los destellos de calidad que ha mostrado han llegado en cuentagotas, advirtiendo de su desbordante talento, pero sin complementarse con una actitud profesional. A sus constantes problemas físicos, se han añadido problemas de disciplina, especialmente de su puntualidad en los entrenamientos.
Ronald Koeman se cansó de todo ello y, sin apenas darle oportunidades, le abrió la puerta de salida. El FC Barcelona necesitaba liberar masa salarial para traer a Memphis Depay y el técnico holandés no dudó en señalar a Ousmane Dembélé como el sacrificado, el delantero más prescindible de la plantilla. Fue entonces cuando el Manchester United apareció para llevárselo cedido pero el propio jugador echó por tierra la operación.
La razón fue sencilla: Ousmane Dembélé termina su contrato con el FC Barcelona en junio de 2022 y el préstamo del francés a los 'red devils' incluía una renovación por una temporada más, algo que no aceptó. Y ahora, el club azulgrana tiene un problema importante encima de la mesa: el segundo jugador más caro de su historia está a dos años de terminar contrato y existe el gran dilema de si renovarle o intentar venderle cuanto antes.
Está claro que el rendimiento de Ousmane Dembélé en los próximos meses será clave para dictar el camino que seguirá el FC Barcelona con él, pero lo cierto es que el tiempo juega en contra de los culés si la decisión es finalmente no ampliar su contrato. Si se le vende el próximo verano, será a falta de un año para terminar contrato, algo que disminuirá sustancialmente su precio de salida y hará que no se haya amortizado.
Si Koeman no le da minutos, el Barcelona tendrá un problema
Por el momento, Ronald Koeman no le ha dado a Ousmane Dembélé la oportunidad de reivindicarse sobre el terreno de juego más allá de 20 minutos contra el Villarreal. Si el holandés sigue sin darle minutos al extremo francés, el problema será para el FC Barcelona: si no tiene oportunidades, se negará a renovar y, además, ningún equipo se decidirá a pagar una cantidad importante por su traspaso. Es imprescindible, por tanto, que el 'mosquito' juegue.