Tras el encuentro ante el Elche CF, en el Trofeo Joan Gamper, Ronald Koeman, en rueda de prensa, advirtió que su intención para Riqui Puig era que saliera cedido al equipo que él mismo escogiera. A falta de dos semanas para el cierre del mercado de fichajes, el de Matadepera tiene que tomar una decisión trascendente para su futuro como futbolista profesional. El canterano solo tiene tres opciones sobre la mesa: seguir en el Barça, marcharse cedido o marcharse traspasado.

Seguir en el Barça

No es la primera vez que el club interpreta que lo mejor para la evolución del joven jugador es salir cedido. En anteriores ocasiones el jugador no ha escuchado las recomendaciones y ha seguido trabajando para pelearse un puesto en el equipo. Su intención, esta vez, es la misma. Si algo tiene claro Riqui Puig, es que quiere seguir en el Barça y triunfar con el equipo que le vio crecer.

El problema, evidentemente, es la falta de minutos. Teniendo en cuenta que el FC Barcelona de Koeman jugará, después de muchos años, sin interiores; Riqui Puig se vería obligado a reconvertirse en pivote o media punta. En ambas posiciones hay mucha competencia para la titularidad y el canterano necesita minutos para progresar y madurar como futbolista.

Salir cedido

Es la opción que le plantea el club. Ofertas no le faltan a la joven perla de La Masía: Betis, Celta, Granada, Alavés o Ajax han pedido al jugador, en calidad de préstamo para esta temporada que empieza. También equipos importantes de la Bundesliga han seguido de cerca al jugador, aunque, lo que es evidente es que su progresión será mejor en un equipo que juegue con el balón de referencia.

Se trata de una decisión clave. No podemos contar, con los dedos de dos manos, la cantidad de jugadores que prometían en el filial y que, tras una cesión a un equipo equivocado, han desaparecido del mapa. También existen casos en que la elección de equipo es buena y aun así no funciona; como fue el caso de Aleñá, la temporada pasada, en el Real Betis.

Salir traspasado

Está, quizá es la opción más traumática, para el jugador, para la afición y para el club. Riqui Puig es más que un jugador de La Masía, es el representante de una filosofía de juego, de una forma de hacer, de los valores del FC Barcelona. Posiblemente, la opción de traspasarlo es la menos probable de las tres, ya que la ficha del jugador tampoco es inasumible, y no tendría sentido desprenderse de él.

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