Samuel Umtiti volvió a la titularidad en el Elche-FC Barcelona de este domingo. Para sorpresa de muchos, Ronald Koeman decidió incluir al francés en el once inicial, como ya hizo contra el Granada hace unas semanas. Desde ese encuentro en el Nuevo Los Cármenes, el galo no había vuelto a disputar ni un solo minuto, por lo que había ganas de ver cómo respondía él y cómo respondía su maltrecha rodilla.
Aunque el conjunto ilicitano no le forzó demasiado, hay que decir que el franco-camerunés completó un choque más que sólido y siguió con las buenas sensaciones que dejó en Granada. Lucas Boyé fue su principal y casi única amenaza, pero entre él y Ronald Araújo, que volvió a estar sensacional, consiguieron minimizar al argentino, que apareció a cuentagotas durante todo el duelo.
Su único error, y no puede considerarse un fallo suyo en sí, fue el arriesgado pase que le dio a Óscar Mingueza en la oportunidad más clara que tuvo el Elche. El de Yaoundé cambió la pelota de banda quedándose algo corto y haciendo que el canterano tuviera que desplazarse al centro, y Mingueza se durmió tras el control y acabó perdiéndola ante un Rigoni que falló en el uno contra uno contra Ter Stegen.
Más allá de esa acción, que al final no fue más que una anécdota, el partido de Umtiti fue casi perfecto. Fue al cruce cuando tuvo que hacerlo, no perdió casi ningún duelo individual por su zona y con balón estuvo sensacional. Precisamente en esto último fue donde más destacó, ya que demostró que en ausencia de Gerard Piqué, él es el zaguero con mejor salida de pelota de la plantilla.
La tranquilidad con la que conduce 'Big Sam' y la frialdad con la que espera hasta encontrar alguna línea de pase es impropia para un central. En Elche, el Barça aprovechó estas cualidades en muchas ocasiones y el defensor fue un seguro para salir jugando desde atrás. Aunque Clément Lenglet también destaca en este apartado, el ex del Olympique de Lyon está quizás un peldaño por encima y lo volvió a demostrar.
Jugar al lado de Araújo facilitó el trabajo de Umtiti
Además, jugar al lado de un portento físico como Araújo facilitó mucho la labor del francés, que se limitó a cubrir su zona y aprovechar su buen toque de pelota. El charrúa está a un nivel espectacular desde hace varias semanas y en el Martínez Valero volvió a hacer otro encuentro sobresaliente. Por arriba las ganó casi todas y estuvo en todo momento atento a las pocas acometidas de un Elche impotente.