Bastaron pocos días para que Ernesto Valverde diera con la tecla sobre cuál es su alineación preferida en el FC Barcelona, pero como ya avisó al llegar, no le importará cambiarla en función de las necesidades del equipo. En la primera salida de la temporada en la Champions, el Txingurri ha preferido tirar del 4-4-2 contra el Sporting.
Y es que cada una de sus alineaciones empieza a ser una declaración de intenciones sobre su discurso: No quiere despistes fuera de casa. El extremeño es muy consciente que la solidez a domicilio puede ser clave para aspirar a todos los títulos, y si la temporada pasada los trofeos se escurrieron por este motivo, no quiere que vuelva a pasar.
Precisamente, la racha del Barça fuera de casa es para prestar atención, y es que hasta la fecha los catalanes acumulan apenas dos victorias por cuatro derrotas en sus últimas seis salidas europeas. Además, situaciones como la que se produjo en Getafe suponen un serio aviso de que hoy en día no habrá victorias fáciles en ningún estadio.
Deulofeu, sacrificado
El mayor sacrificado por la decisión de Ernesto Valverde ha sido Gerard Deulofeu, que se ha caído del once a la grada en un partido que se suponía como su vuelta a los terrenos de juego. Con el ajuste táctico en el José Alvalade, el míster ha preferido confiar en las características de Sergi Roberto, un centrocampista con más recorrido, y guardarse algunas opciones más en el banquillo. Aleix Vidal, por ejemplo, ya ha formado un 'doble lateral' con Nélson Semedo en alguna ocasión.