¿DÓNDE ESTABAN LOS PESOS PESADOS?
VERGÜENZA: Nadie quería dar la cara y fue Pedri quien se comió el marrón
Publicación:22/11/2020 - 01:34h
Actualización:22/11/2020 - 01:34h
Tras el Atleti-Barça ningún jugador culé quiso hablar ante 'Movistar' a pie de campo, y al final fue Pedri quien, a sus 17 años y siendo aún menor de edad, tuvo que comerse el marrón
Muchos son los motivos de la afición culé para estar triste, decepcionada y también cabreada. No sólo por la derrota y la imagen de impotencia mostrada por el equipo ante el Atlético de Madrid, ni por las lesiones de Gerard Piqué, Sergi Roberto y el susto de Dembélé. Tampoco únicamente por el hecho de que Leo Messi y Antoine Griezmann sigan sin marcar las diferencias esta temporada 2020-21.
Lo que de verdad debería enervar al barcelonismo -y a muchos ya lo hace- es el hecho de que, después de un nuevo varapalo liguero en el campo de uno de los máximos rivales por el campeonato, los pesos pesados del vestuario culé se escondieran y no dieran la cara. ¿Dónde estaba Leo Messi? ¿Y Griezmann? ¿Y Jordi Alba? Busquets no estaba presente y Piqué y Roberto acababan de lesionarse, por lo que es lógico que no hablaran con la prensa.
Las palabras de Pedri y Koeman
Pero el reportero de 'Movistar' tuvo que esperar varios minutos a pie de campo para que algún jugador se dignara a mostrarle sus impresiones tras el partido de este sábado en el Wanda Metropolitano, después de haber entrevistado ya a Yannick Carrasco por parte del conjunto 'colchonero'.
Al final, fue Pedri González el elegido para dar la cara y comerse el marrón, un chaval de 17 años que acaba de llegar y que atendió amablemente a las preguntas de Ricardo Sierra, justo antes de que lo hiciera el propio Ronald Koeman. Messi no ejerció de capitán en el Wanda -igual que no lo ha hecho en otras ocasiones-, y tampoco algunos de sus compañeros que más años llevan en el club.
Una escena que dice mucho de lo contaminado y roto que está el vestuario, y que da la impresión de que el Barça sucumbió ante el llamado 'mal perder' tras ver con impotencia cómo el Atlético de Madrid le pasó por encima. Ya se preveía antes de dar comienzo el curso 2020-21 que este año iba a ser de transición, pero eso no es excusa para que los jugadores pierdan las formas ni manchen la historia y el buen nombre de este club.
Toca recuperar la confianza
De cara a los próximos partidos, a pesar de la mala gestión interna y de todas las lesiones que acumula la plantilla, los que jueguen deberán dejarse la piel y correr como jabatos en busca de puntos, triunfos y una mejora del estado de ánimo a nivel colectivo. Toca seguir remando, aunque sea con el viento en contra, para que el Barça al menos pueda optar a algún título esta temporada.
Y puede que no los gane, pero al menos debe ser candidato a ello. Si un jugador viste la camiseta azulgrana, tiene que saber que en este club nunca se tira la toalla. Aunque todo esté en contra y el equipo esté rodeado de pesimismo, siempre se puede cambiar la dinámica. Para que eso suceda, sin embargo, todos deberán remar en el mismo sentido. Y por ahora, no parece que lo estén haciendo.