Antoine Griezmann llegó el pasado verano al FC Barcelona después de haber dejado plantado al club azulgrana en 2018, cuando los culés y el delantero francés habían acordado su llegada pero que, finalmente, se acabó frustrando por la decisión del galo de renovar por el Atlético de Madrid. De hecho, en ese momento anunció que se quedaría en el Wanda Metropolitano mediante un documental que no hizo ni pizca de gracia al barcelonismo.
A raíz de aquella controvertida decisión de Griezmann, los rumores y las malas voces lanzados por algunos sectores malintencionados de la prensa apuntaban que Leo Messi no recibió de buena gana al 'principito' en el vestuario del FC Barcelona. De hecho, se llegó a especular con su falta de química sobre el terreno de juego, acusando al astro argentino de no pasarle el balón en determinadas jugadas por el hecho de ese supuesto sentimiento de animadversión.
Con el paso de las semanas, ha quedado demostrado que había poco de cierto en aquellos rumores y ya es de sobras conocida la buena relación que el francés tiene con el argentino, además de con el resto del vestuario. Recientemente, el propio Griezmann aseguró que ya se había ido de cena con el propio Messi y con Luis Suárez, algo que el uruguayo corroboró poco después.
La integración de Griezmann en el vestuario del FC Barcelona está siendo todo un éxito ya que la plantilla culé recibió al ex rojiblanco con los brazos abiertos. De hecho, además de Messi o Suárez, que se han volcado de pleno con el delantero francés, este también ha encontrado buenos amigos, según el diario Sport, en jugadores como Ivan Rakitic o Marc-André ter Stegen.
Griezmann también encontró facilidades de integración en el vestuario del Barça arropado por el clan francés. Ousmane Dembélé es un gran amigo suyo de la selección 'bleu', además de Samuel Umtiti, Clément Lenglet y Jean-Clair Todibo, compatriotas con los que también se lleva muy bien. A nivel personal, el 'principito' ha entrado con muy buen pie en el Barça.
Griezmann comienza a entender el sistema
Poco a poco, Antoine Griezmann comienza a adaptarse también al esquema del FC Barcelona, en el que sabe que debe ocupar la banda izquierda aunque él se sienta más cómodo por el centro. Poco a poco, el francés comienza a sentirse más cómodo partiendo desde el costado, algo que se ha traducido en buen rendimiento y goles.