Ansu Fati comienza a ver la luz al final del túnel. Después de más de ocho meses en el dique seco, el delantero del FC Barcelona se aproxima a ponerle punto y final a su recuperación y volver a defender la elástica azulgrana desde el campo. El canterano entrena en solitario y está dando pasos de gigantes para volver a jugar lo más pronto posible con el Barça... Y el vestuario ya está ilusionado.
Aún no hay fecha o aproximaciones, pero el regreso de Ansu está cada vez más cercano. El jugador de 18 años está cumpliendo con los plazos de su recuperación y las sensaciones son más que positivas, tanto así que sus compañeros están esperándolo para que vuelva a dar muestras de su gran calidad con el balón, tal y como lo hizo en el arranque de la temporada pasada, en la que fue clave para la ofensiva del Barça, vistiéndose de líder cuando Leo Messi o Antoine Griezmann no estaban en su mejor versión goleadora.
Lo cierto es que ya queda menos. Memphis Depay, nuevo fichaje de los azulgrana, ha sido el último que así lo ha dejado ver. En una publicación en sus redes sociales, el ex del Olympique de Lyon ha escrito "te estamos esperando, hermano", junto a una fotografía de él con Ansu Fati en la Ciutat Esportiva. El neerlandés, además, se ha adaptado a la perfección en el vestuario y su 'complicidad' con los más jóvenes ya es más que evidente.
Luz al final del túnel
Cabe recordar que el pasado 7 de noviembre, en un partido del Barça ante el Real Betis, Ansu Fati estuvo obligado a abandonar el terreno de juego por una rotura del menisco interno de la rodilla izquierda. En principio, su tiempo estimado de baja era de cuatro meses, pero la rodilla no respondía como era debido a los tratamientos (se hinchaba) y el bisauguineano retrasó su regreso, pasando nuevamente por el quirófano.
Las preocupaciones fueron aumentando a principios del 2021, cuando se informó que el joven de 18 años "ha hecho un tratamiento biológico regenerativo por parte del doctor Ramon Cugat bajo la supervisión de los servicios médicos del Club", asegurando que "la evolución de su lesión sigue un curso muy satisfactorio". Sin embargo, la lesión seguía pintando complicada y varios medios afirmaron que pasó por su segunda artroscopia.
Sin mejorar como era debido, en mayo volvió a pasar por el quirófano para someterse a una nueva (y última) artroscopia en Oporto, a cargo del doctor Jose Carlos Noronha bajo la supervisión del servicios médicos del Barça. Desde entonces, comenzó su rehabilitación en Madrid y finalmente consiguió regresar a la Ciudad Condal para terminar su proceso y estar a las órdenes, en breve, de Ronald Koeman nuevamente.