Es innegable el cambio de conceptos y creencias que ha sufrido la sociedad. El siglo XXI trajo consigo el rompimiento de paradigmas que en la historia perjudicaron a los individuos, el racismo como parte de ellas. Sin embargo, aunque parezca increíble, este mal continúa presente en el mundo, y el deporte no se ha quedado atrás.
Numerosas canchas alrededor del mundo han atestiguado actos deplorables que atentan contra la integridad física y moral de los individuos víctimas de racismo. Dani Alves tomó parte en este interminable debate y alzó su voz a través de su cuenta en Instagram, donde publicó un extenso texto.
“Me parece una pena que hayamos evolucionado en tantas cosas banales y en cosas que realmente deberíamos haber evolucionado, nos estamos volviendo estúpidos. Mientras no haya un castigo severo en este sentido, nunca terminará”. Alves exaltó un contundente mensaje: “Necesitamos urgentemente LÍDERES que defiendan no solo esta causa, sino todas aquellas que no diferencien a los humanos de los humanos”.
Dani Alves finalizó con un llamado a la sociedad en general para pronunciarse contra este acto inhumano: “Diga no al racismo, diga no a la exclusión social y existencial (…). Di no al racismo”, enfatizó el defensa brasileño, quien logró 200.000 ‘likes’ en tan solo 14 horas de publicar el mensaje.
El deporte lucha contra el racismo
Una de las ventanas más importantes de la lucha contra el racismo ha sido el deporte. En todos los ámbitos, las voces de los deportistas se han alzado al unísono para decir “No al racismo”. La NBA ha sido la más resaltante tras lograr que el mensaje se muestre en las canchas e incluso en los uniformes. De la mano de sus grandes estrellas, el mensaje se convirtió en la bandera de esta competición.
Sin embargo, el último acto simbólico de peso fue la suspensión del último compromiso por fase de grupos en la UEFA Champions League entre Istanbul Basaksehir y Paris Saint-Germain el pasado 8 de diciembre, cuando los jugadores del club parisino decidieron no jugar tras el mensaje racista proferido por el cuarto árbitro, Sebastian Coltescu, hacia el miembro del cuerpo técnico del cuadro turco, Pierre Webó.