Exceptuando el partido de la segunda jornada de Liga contra el Betis en el Camp Nou (5-2), donde anotó un doblete, podría decirse que Antoine Griezmann jugó su mejor partido con la camiseta del FC Barcelona este pasado sábado frente al Eibar (0-3), en Ipurua. El francés no sólo abrió la lata, sino que asistió y participó en los otros goles, siendo protagonista en el juego.
Nadie había dudado jamás de su calidad, más que contrastada, pero sí de su encaje en el sistema 4-3-3 con el que juega el FC Barcelona bajo el mando de Ernesto Valverde. Griezmann rinde mucho mejor en posiciones centradas y de segundo delantero que escorado en la banda izquierda, y la vuelta de Jordi Alba al equipo le permitió descolgarse más hacia el balcón del área en tierras vascas.
Y es que Junior Firpo y Nélson Semedo no son tan expertos como Jordi Alba a la hora de atacar los espacios y atacar desde la banda zurda, algo que quedó comprobado con el regreso del futbolista de L'Hospitalet. Con Alba actuando prácticamente de extremo, Griezmann no tuvo tanta necesidad de ocupar el espacio pegado a la línea de cal, y eso le dio libertad para citarse con Leo Messi y Luis Suárez en la zona de tres cuartos.
Prueba de ello es que el '17' del FC Barcelona entró 61 veces en juego, doblando prácticamente sus registros contra Athletic de Bilbao (30), Getafe (32) y Osasuna (33). El astro francés se movió, además, siempre en zonas de peligro. O lo que es lo mismo, lejos de la banda en ataque estático, cosa que le impedía generar desequilibrios en los partidos anteriores.
Con Jordi Alba en la alineación, el FC Barcelona tuvo más profundidad y logró generar más peligro con sus contragolpes, debido también al estilo de juego ofensivo del Eibar. Desde la marcha de Neymar, la responsabilidad de dar profundidad a la banda zurda se ha repartido entre el lateral catalán y, cuando ha jugado, Ousmane Dembélé. El año pasado se intentó también con Coutinho, pero no surtió efecto y el brasileño no rindió según lo esperado.
Griezmann no es un extremo puro
Esta vez, frente al Eibar, la presencia de Alba otorgó a Griezmann la oportunidad de estar más cerca de Leo Messi al borde del área, donde más ha brillado en su carrera. Lo sabe un Deschamps, que hace unos días criticó la decisión de Valverde de enviarle junto a la línea cal. A jugadores con características similares, como Henry y David Villa, les pasó algo parecido a lo que le ha sucedido hasta ahora a Griezmann. Pese a rendir de forma más que aceptable en el Barça, nunca llegaron a explotar su máximo nivel de rendimiento en posiciones de extremo.
Si Griezmann se acostumbra a jugar junto a Jordi Alba en el lateral izquierdo, y si Valverde alterna también su posición en el frente de ataque para dotarle de la libertad que tiene Leo Messi, es posible que sus actuaciones vayan en clara mejoría durante los próximos partidos. De momento, ya tiene la confianza de haber rendido a un gran nivel en Ipurua. Tocará seguir mejorando.