En su debut como local, en el escenario del Ciutat de València, el público acabó entonando el 'Quique vete ya' al técnico Quique Setién, que sigue sin conocer la victoria desde que llegó al banquillo del Villarreal. El entrenador ha sumado una nueva derrota, ahora ante el Mallorca por 0-2 y ya son cuatro partidos sin ganar: dos de la Conference League (2-2 ante el Hapoel Beer Sheva y 3-0 ante el Lech Poznan) y dos de Liga tras caer antes por 1-0 ante el Athletic Club.
El Mallorca hizo un partido optimizando bien sus armas y teniendo eficacia total. De nada le sirvió al Villarreal tener la mayor posesión de balón y el domino territorial ante un rival bien asentado en defensa y que aprovechó sus opciones arriba. Las gradas se vaciaron antes del final cuando ya se veía que los locales no eran capaces de levantar cabeza y como protesta a la gestión de Setién.
Un gol del delantero kosovar Vedat Muriqi permitió al equipo balear alcanzar con ventaja el descanso tras anotar a la media hora. El Villarreal no inquietaba con seriedad a un Mallorca que, bien asentado en defensa, tuvo mejores opciones de gol y logró adelantarse con el tanto de Muriqi a los 32 minutos.
Sensaciones parecidas
Otro gol del senegalés Amath Ndiaye en la segunda parte dieron una justa victoria a un Mallorca que apenas pasó apuros ante un Villarreal inoperante en ataque. El central del Submarino Amarillo, Pau Torres, señalaba tras el partido que "teníamos que sacar los tres puntos porque en casa estábamos siendo fuertes y ganar en casa es lo que nos permitía estar ahí. Si no lo conseguimos en casa..."
El técnico admitió que el partido contra el Mallorca no le dejó una buena opinión. "No he tenido buenas sensaciones. No hemos estado lúcidos, ni tenido la inspiración necesaria para superar las dos líneas defensivas del Mallorca. Hemos controlado pero nos faltó profundidad. La segunda parte nos hemos precipitado tras el gol", explicó el míster.