Alberola Rojas se contradice: Da un penalti claro y no pita otro igual

Real Sociedad y FC Barcelona se enfrentaron este sábado en LaLiga, y su encuentro en Anoeta arrancó con una jugada polémica. Los locales fueron los primeros en apuntar un tanto en su marcador gracias a Mikel Oyarzabal, que convirtió desde los once metros una pena máxima de Sergio Busquets. El centrocampista de Badia agarró de la camiseta a Diego Llorente en un saque de esquina y no hubo duda alguna: Penalti.

La decisión de Alberola Rojas no es para nada discutible y el VAR la ratificó con seguridad, pero la discusión llega por el criterio arbitral. La buena colocación del trencilla hizo que viera con claridad la acción, en la que el catalán sujetó por la pechera al madrileño. Se puede apreciar también que el central le tenia cogido por la manga, pero en cualquier caso, el azulgrana comete una infracción porque impide rematar el balón.

La cuestión es que el colegiado de Ciudad Real abre un debate con esta determinación, ya que señaló una falta que nunca se pita. Esto no significa que errara en su apreciación, sino que el colectivo de árbitros debería revisar su normativa, o más bien, ahora que cuenta con la ayuda de la tecnología, cortar de raíz un mal que lleva demasiados años afectando a los torneos domésticos, de prácticamente todas las categorías.

La queja de los culés no viene por pitar el penalti, sino porque esta situación se repite y el defensa casi nunca sale mal parado. Es habitual ver forcejeos entre zagueros y atacantes y que estos últimos, al mínimo contacto, vean como les toca marcharse porque la penalización les acaba jugando en contra. La pregunta es, ¿por qué en San Sebastián les tocó a los azugrana y en otras ocasiones se pasa por alto?

Evidentemente, no se trata de buscar conspiraciones ni tendencias, pero sí de mejorar el nivel. Las reuniones arbitrales son frecuentes y también lo son con clubes y futbolistas, por lo que sería tan simple como comunicar que ya no valen estas guerrillas en el área. La zona de castigo es sagrada, y todos deberían saber que no hay que despistarse. Ahora habrá que ver si este criterio se mantiene, o si, como ha sucedido en algunas ocasiones, acaba quedando de nuevo en el olvido.

Contradicción arbitral en Anoeta

Precisamente, el mismo Alberola Rojas y sus asistentes del VAR hicieron la vista gorda en una jugada calcada que pudo decidir el duelo. Los tantos de Antoine Griezmann, Luis Suárez y Alexander Isak situaron un 2-2 que fue definitivo, pero que pudo cambiar en la última acción del encuentro. Esta vez, Llorente frenó a Gerard Piqué con un agarrón muy similar, pero el colegiado hizo el gesto de que no había pasado nada y la tecnología no le rectificó. Ni siquiera llegó a consultar la jugada.