Desde que llegó al FC Barcelona, la estancia de Thomas Vermaelen en el Camp Nou se ha convertido en un calvario. Cuando se le fichó procedente del Arsenal, Andoni Zubizarreta aseguró que se trataba de una incorporación de rendimiento inmediato. Sin embargo, la realidad se ha alejado mucho de esas declaraciones.

Las lesiones han azotado la continuidad del central belga, que apenas ha gozado de oportunidades o de un mínimo de partidos seguidos sin recaer de sus problemas físicos. Ahora el que sufre esos problemas es Javier Mascherano, considerado el tercer central del Barça, que ha caído lesionado. Algo que abre las puertas al zaguero belga.

Para el partido de Butarque ante el Leganés, Valverde solamente cuenta con tres centrales: Umtiti y Piqué, ambos apercibidos con cuatro tarjetas amarillas, por lo que si ven otra se perderían el trascendental encuentro ante el Valencia en Mestalla, y Thomas Vermaelen, disponible y sin problemas físicos después de jugar dos partidos completos con la selección de Bélgica durante el parón.

Tanto si Ernesto Valverde decide hacer rotación de centrales en Butarque como si decide no hacerlas exponiéndose a que uno de sus dos centrales titulares vea una amarilla, Thomas Vermaelen estará esperando su momento. Ambas situaciones se podrían llegar a dar y más teniendo en cuenta que también hay el encuentro de Champions League ante la Juventus de Turín.

Cuando ha jugado, ha convencido

A favor de darle una oportundad, ya sea forzosa o voluntaria, está el hecho de que Vermaelen, en sus apariciones, aunque hayan sido en cuentagotas, siempre ha respondido con veteranía y responsabilidad. Tal vez dando la sensación de lo importante que podría haber sido para el equipo si no se llega a romper con tanta recurrencia. Ya sea en Butarque, en Turín o en Mestalla, Vermaelen podría tener la oportunidad que estaba deseando desde que llegó al FC Barcelona.