Ganar un campeonato de liga es difícil y más en las condiciones que estamos mundialmente, el Atlético bien lo demostró con un aguante de hierro pese a que jornada a jornada el debate mediático le sacaba de la ecuación en detrimento de Barcelona y/o Real Madrid, según cuál equipo llevara chances.
El apoyo de los fanáticos en las últimas jornadas desde fuera del estadio ayudó mucho a un equipo que se mueve por sangre y pundonor más que por fútbol, aunque esta temporada bastante mostraron con la inclusión de Suárez en la primera vuelta y también las últimas jornadas, con el uruguayo enchufado una vez más.
Pero justamente esa carga de tensión que se vive mundialmente se ha venido olvidando en las últimas semanas. Las vacunas parecen haber borrado nuestra memoria cual tecnología de los hombres de negro y hasta ahora, esa luz blanca no aparece en ningún lado y las víctimas por la pandemia siguen estando ahí, al menos las que pueden seguir estando.
El Atlético recibió el apoyo de muchos de sus aficionados a las afuera del estadio del Valladolid y sí, es increíble sentir de nuevo ese calor y seguramente el 90% de la población habría reaccionado con efusividad, además, poco tiene que ver el club con la decisión de sus fanáticos en movilizarse. Pero no en todo se libran de culpa.
Justo campeón de LaLiga pero no borra esto el acto de irresponsabilidad al final del encuentro en el que salen a festejar con los aficionados, a darse el famoso “baño de masas” en el que los jugadores iban sin tapabocas, cercanos a la gente y abrazados a los presentes, entre fotos y canciones. Aquella imagen de Luis Suárez con el policía resume todo.
Y en esto, sí que tiene que ver el club, que recibe informes llenos de números rojos por la cantidad de asientos vacíos en el Wanda esta temporada y la anterior, que ve como muchos anunciantes reducen el presupuesto y algunos otros tal vez hasta dijeron adiós. Si lo llevamos al globo, siguen muchos locales comerciales trabajando a medias o sin trabajar.
El respeto que debe ejercer un equipo de fútbol es fundamental y salir a saludar ya era un noble gesto del campeón, pero entremezclarse con tanta gente que decidió irrespetar el distanciamiento en nombre del fútbol, es irresponsable e irrespetuoso con cada persona que ha sufrido este virus, incluyendo a los que no lograron sobrevivir.
España sabe de esto
No se trata de un caso aislado, se trata de España, uno de los países más golpeados en cuanto a víctimas por la Covid y sus consecuencias, que la pasó bastante mal junto a Italia en el primer brote y ya para la segunda ola sufrió un miedo e incertidumbre incalculable, sumado obviamente a los ya padecimientos de la enfermedad.
Enhorabuena a un más que merecido campeón, pero la gravedad de este asunto y las posibles consecuencias, que ojalá no se den, deben ser asumidas y desde el club sería bueno administrar la victoria de manera prudente, haciendo un apartado para dirigirse a cada aficionado colchonero y enviarle un mensaje de prudencia.