Es poco probable que un derbi madrileño decepcione o que no tenga polémica. Es uno de los duelos más 'calientes' de España y ha quedado una nueva prueba este domingo en el Cívitas Metropolitano. Atlético y Real Madrid midieron fuerzas en una noche que han salido a flote todas las carencias de un equipo 'merengue' que se desconecta muy pronto, comete demasiados errores y que le cuesta horrores generar ocasiones de gol y peligro. Los del 'Cholo' Simeone aprovecharon sus oportunidades para 'matar' a los madridistas.
El Real Madrid había dado la sorpresa desde el vestuario, con su alineación que incuía a cinco centrocampistas y un único atacante, Rodrygo Goes, con la intención de que Jude Bellingham asumiera más responsabilidades en e ataque. El Atético, por su parte, tuvo la sorpresa de un recién recuperado Koke. La historia comenzó con solvencia, más de la esperada, para un cuadro rojiblanco que se puso 2-0 antes de los veinte minutos, gracias a dos cabezazos magistrales de Álvaro Morata y Antoine Griezmann, que se aprovecharon de los despistes de la defensa madridista.
El Atlético dejó 'grogui' al Madrid muy pronto
Y es que en la primera mitad del partido pasó de todo y no hubo tiempo para el descanso, en ningún momento. Cuando solo habían pasado cuatro minutos, Samu Lino apareció por la banda para encontrarse el desmarque de Morata que, después de ganarle la espalda a David Alaba, conectó de cabeza para superar a Kepa. No había pasado un cuarto de hora cuando Saúl colgó en el área un nuevo balón para la llegada del 'Principito', que sin marca ni nadie que le acompañase, puso el 2-0 con un testarazo.
Los dos goles dejaron 'grogui' a un Real Madrid que, aunque dominaba el balón y estaba un paso por delante del Atlético, tenía imposible penetrar el área de Jan Oblak. Los locales se encerraron atrás, sin reparo, y no le dejaron jugar entre líneas. Los de Carlo Ancelotti apostaron por los remates a larga distancia. Eduardo Camavinga fue el primero en probar con un remate que se marchó fuera por poco, tras un desvío de Saú que envenenó el disparo, pero fue Toni Kroos el que tuvo más 'ángel'.
Hasta ese momento, el teutón estaba siendo uno de los señalados porque no estaba acompañando a Fran García en las coberturas por la izquierda, pero dio rienda suelta a su talento inagotable pasada la media hora de partido. Recogió el esférico, lanzó un amago, se quitó una marca y mandó un misíl al primer palo para clavar el balón a lo más profundo de la red. El Madrid metió una marcha más y tuvo el empate con un gol de Camavinga, pero fue anulado por un fuera de juego de Rüdiger, aunque este no participaba en la jugada.
El Madrid paga muy caro sus errores
El Real Madrid terminó la primera mitad mucho mejor y con la sensación de que podía poner las tablas, pero una vez más cometió los errores de 'siempre' a la salida del vestuario. Una desconexión y mala cobertura entre David Alaba y Fran García, dejó a Morata nuevamente completamente solo para rematar un centro de Saúl y poner el 3-1 antes de que se cumpliera el primer minuto de la reanudación. La ley del ex estaba condenando a los madridistas.
Los de Chamartín volvieron a quedar en la 'nada' y con muchos problemas para generar situaciones claras o, incluso, acercarse al área rival. Ancelotti hizo cuatro cambios en los primeros diez minutos de la segunda parte para sumar un atacante más y dar más fiablidad defensiva, pero sin efectos inmediatos ni claros. Su equipo la estaba pasando muy mal y parecía no encontrar soluciones, a pesar de que el Atlético no estaba atacando. El Madrid se enredó solo. Entre Tchouameni, Rüdiger y Valverde fabricaron remates lejanos y aislados, para intentar mover el marcador sin éxito... y firmar la primera derrota de la temporada en la que han cedido el liderato.